Activistas VIP

19 de febrero de 2008:

Como apéndice de mi anterior post, cuento lo siguiente: Dentro del ciclo de películas de temática ambiental al que estamos asistiendo (Marga se me duerme en el cine), el otro día fuimos a ver los efectos del desarrollo urbanístico en un condado de Tejas, Austin. Al parecer, dentro de lo que nos podemos imaginar como paraje en este estado, con cactus y bolas de esas que ruedan cuando uno se queda un poco solo, existe una especie de oasis urbano llamado Austin. En el casco urbano, existen unas piscinas naturales alimentadas por unos torrentes en excelentes condiciones de conservación. El caso es que aguas arriba los "developpers" querían desarrollar una urbanización con 10.000 casas sin considerar el daño ambiental que podía producirse. Hasta aquí la exposición de motivos. El documental estaba fenomenal, ya que contaba con el testimonio de los empresarios, de grupos de presión para la ejecución del proyecto, de vecinos y otros afectados, a parte de famosos metidos a protectores del medio ambiente, como Robert Redford, quien por cierto apareció por sorpresa en la sala de proyección para presentar la película. Hacía tiempo que no veíamos a un famoso!!!!! Y yo sin la cámara. Lo que más me gustó fue cuando en una asamblea del ayuntamiento desfilaba la gente sin parar y ponía a parir el proyecto ante la mirada atónita de los políticos. Se veía en la pantalla la hora de las intervenciones (recuerdo que en este país se emiten estas cosas en directo por la tele) y era alucinante ver como la reunión empezaba a las 2 de la tarde y acababa a las 7 de la mañana del día siguiente, con la negativa del alcalde a desarrollar el proyecto y los aplausos y vítores del público asistente. Pero siempre pasa algo que fastidia el cuento. Como dicen en España hecha la ley, hecha la trampa (que no veas lo que me costó que los chinos de clase comprendieran esto). El gobernador del estado por aquél entonces, un tal George Bush (silbidos, pataleos...), muy amigo de las constructoras, sacó adelante una ley por la que retiraba la potestad de decidir acerca de estos desarrollos a los ayuntamientos, facilitando increíblemente la ejecución de estas urbanizaciones (típicas zonas residenciales americanas, sin tiendas, solo casas, como en las pelis, vamos). Pensad que aquí los desarrollos vienen de la mano de empresas privadas, no de los ayuntamientos, así que la pasta la sacan de la venta de las casas. Obviamente, cada casa con su jardincito y piscinita. Agua, que no falte. Recuerdo, en Tejas. Ambientalmente hablando, un auténtico disparate, y económicamente, parece que también, pues gracias a la ley Bush, se construyó por encima de la demanda real, y la mitad de las casas están vacías. Eso sí, el monte existente, a Parla.

Fotitos del MOMA

¿Louvre?

Árboles art modern

Tienda de campaña del futuro (Poncho, a saber lo que puede aparecer en una de estas...)

Esta es de verano

Esta tienda es genial, te tomas un café a la vez que te hacen un tatuaje. En la parte más canalla del East Side.