Superbowl XLII

4 de febrero de 2008:

Lo prometido es deuda. Ayer se jugó la superbowl entre los Giants de New York y los Patriots de New England (Boston). Para celebrarlo, nos fuimos a casa de Becky y Phil que habían montado, como siempre, un fiestón impresionante. El partido era a las 6, pero como profesionales, nos convocaron una hora antes para prepararnos. Para empezar, las cervezas de rigor. Había comida para parar un tren. Desde pizzas, alitas de pollo, todo tipo de salsas para mojar en tortillas de maiz, ensaladas, etc... Nada más sentarnos, nos pasaron una hoja para apostar por el resultado del partido. Para que os hagáis una idea de la cantidad de gente que había, el ganador se podía llevar hasta 200 dólares. Luego, la gente apostaba por cualquier cosa. Por el primer anuncio, por como caía la moneda al sortear los campos, por quién anotaba un touchdown, etc...Así que mientras nos poníamos hasta arriba de comida, nos dejábamos la pasta. No ganamos nada de nada (normal, siendo unos ignorantes en este campo).

El partido fue increíble. Intrahistoria. Obviamente, esto nos lo contaron los nativos del lugar. Los Patriots llevan toda la temporada sin perder. Si ganaban el partido, hubiésen hecho la temporada perfecta y se convertirían en el primer equipo de la historia de la NFL en conseguirlo desde que en los años 70 los Dolphins de Miami lo lograsen, aunque jugando menos partidos. Así que eran como los perfectitos. Además, su quarterback, Tom Brady, es como el Beckam de la NFL, pero en bueno. Subintrahistoria: el colega estaba saliendo con una modelo, a la que dejó embarazada. A falta de dos meses para que naciese el niño, la dejó por otra supermodelo. Menudo crack. Por parte de los Giants, resulta que el hermano del quarterback, Ely Mannyng, ganó la superbowl el año pasado, y su padre también la ganó hace muchos años. O sea que era el patito feo de la familia en las cenas navideñas por ser el único que no había ganado el trofeo. En resumen, supongo que ya os habréis dado cuenta de con quien íbamos. No sólo por vivir en New York, sino por que entre la gente había muchos fans, con camisetas, pinturas, y cervezas de más.

Retomo. El partido fue impresionante. Hacía tiempo que no vivía tanta euforia con un deporte. Durante todo el partido (o la mayor parte de él), los Patriots fueron siempre por delante, pero no lograban escaparse en el marcador, por lo que la gente mantenía la fe en la victoria. Al loro al ambiente en la casa. Esta es en una jugada defensiva de los Giants que acaba mal.
Lo mejor, como siempre, llegó en el último cuarto. A falta de 3 minutos, los Patriots anotaron un touchdown espectacular a base de jugadas de ataque perfectas, poniéndose 3 puntos arriba (a base de first downs por jugada). La desilusión en la sala fue grande, ya que se veía esto perdido. Sin embargo, como buen atlético, no perdí la fe, y empecé a preguntar si había tiempo para que los Giants anotaran otro touchdown. Respuesta afirmativa. Los siguientes 3 minutos fueron espectaculares. La gente subida en las sillas. Corriendo nerviosa por la casa. Jaleando cada vez que los Giants ganaban yardas. Para mi, lo mejor fue un pase de Mannyng, de unas 30-40 yardas, que recibe el runningback de espaldas mientras le sujeta uno de los Patriots. Espectacular. Se quedaban los Giants a 20 yardas del goal, y con 30 segundos de juego. Esto es lo que pasó.
Faltaban 15 segundos para el final del partido, y había que defender la ventaja a muerte. Al loro a la gente y su emoción. En este punto, llevábamos unas mil cervezas cada uno.
Pues sí. Tremendo el partido, la gente emocionada corriendo, llorando y abrazándose, las botellas de champán descorchándose, en fin, un espectáculo increíble. Yo, como si el atleti hubiese ganado la champions...Por dios, que subidóooooooooon!!!!!!!!!!!Había un italiano, Luigi, que conocimos en Boston, y que había sido campeón olímpico de esgrima en no se donde, y que aunque no entendía nada del deporte este se acabó abrazando a la gente como un Giant más. Como todos, la verdad. Hasta Marga, que no se encontraba muy bien antes del partido, acabó de subidón dándolo todo y gritando como la que más.
También van unas fotillos.

Después del partido, seguimos con la fiesta y la música, y el tequila...Acabamos en un bar hasta las 2 de la mañana. Y la euforia no se acababa.

Esta no se quien es, pero bueno...
Otra cosa curiosa eran los anuncios que emitían durante el partido. Al parecer es como la nochevieja española, pero a lo bestia. Las empresas se dejan la millonada padre por emitir en este momento, siendo el primero el más caro. De cervezas, por cierto...Tremendo el nuevo Audi, con homenaje al Padrino incluido.
Enfin, muyyyyy divertida la noche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué bueno... Cuando lo vi en el Telediario, me imaginé la emoción de la gente ahí.
Y muy bien contado y grabado.
Menos la comparación con el Atleti, que no es muy verosímil.
Un abrazo.

Por cierto, que ya de NBA no estoy nada puesto. ¿Pueden jugar los Nicks contra los Lakers de Gasol? Supongo que no, porque son de Este y Oeste.
Molaría ir a ver al Gasol.