Fiestuqui navideña

25 de diciembre de 2007:

Ayer fue nochebuena. En estas fechas hay gente que se deprime, otra que se ilusiona con cualquier cosa, y otra a la que las fiestas se la trae al pairo. Este es mi caso personal. De todos modos, un abrazo a todos y muchos besos a todas. Yo también me mando un abrazo a mi mismo, a pesar de las fiestas...

Ayer, como decía, fue nochebuena. Una vez más, vivimos una experiencia de las que no será fácil olvidarse. Una amiga de Marga, al saber que no teníamos plan, nos invitó a su fiesta de "Christmas eve". Los antecedentes de las fiestas anteriores, nos hicieron tomarnosla con mucha ilusión, si bien algo me preocupaba. Creo que en ocasiones anteriores he comentado que a esta gente le encanta demostrar lo bien que se lo pasa demostrando sus habilidades en público, las llamadas "performances", y la anfitriona nos dejó bien claro, que en su fiesta todo el mundo participaba, por lo que teníamos que preparar algo. Bien. Después de muchas dudas, pensamos en hacer algo fácil, y que no mostrase nuestras auténticas vergüenzas. Nos decantamos por bailar unas sevillanas. Así, a tumba abierta. Ya sabéis todos lo bien que se me dan a mi estas cosas, pero bueno, pensamos que como estarían (estaríamos) un poco borrachos y tienen menos idea que nosotros, pues saldríamos del paso con cierta dignidad. Hasta estuvimos ensayando y todo la semana previa. Bueno sólo diez minutos.

Al llegar a casa de Margareth, que así se llama la colega, nos encontramos con una fiesta súper familiar, con padres, vecinos, hermanos, nietos, amigos mayores, y nosotros. Todos negros tipo familia Bill Cosby. Eso sí, las personas más majas y encantadoras que hemos conocido desde que llegamos. A los diez minutos, una pareja de 70 años nos habían ofrecido su casa de Baltimore para que pudiésemos ir a visitar la ciudad de Washington. Y se ofrecieron de guías y todo. La verdad es que todos los allí presentes nos acogieron de maravilla, preguntándonos por nuestra vida, por España, y contándonos sus historias. Después de cenar, nos sentamos en el salón, donde se desarrollaron las performances de turno. Nos contaron que era una tradición en esa casa, desde hacía 27 años, y que estaban encantados de tenernos entre ellos celebrando la navidad. De entre las actuaciones hubo de todo, villancicos, juegos, lecturas, siendo la mayoría de las veces dirigidos a los niños (cuatro niñas de 4 añitos súper graciosas). A mi me tocó bailar el limbo, Marga interpretó villancicos con unas campanas, etc. La gente fue pasando y actuando en orden y nosotros muertos de la risa, Marga con dos copas de vino de más, y yo pensando en que como no tenían ordenador, las sevillanas arduamente ensayadas no iban a poder ser. Después de escuchar unas rimas raperas improvisadas muy divertidas, nos tocaba a nosotros.

Al final conseguimos un CD que tenía el hermano de los Gipsy Kings (no me preguntéis de donde lo sacó), y cambiamos la sevillana por una rumba llamada "Los gitanos". Marga iba bien, yo sobrio y algo alucinado. Como no había manera de salir, decidí huir hacía adelante. Lo primero, poner a toda la gente a dar palmas como locos. Luego, yo me puse a dar saltos tipo Farruquito, y Marga se reencarnó en el espiritú de la Faraona. Como no teníamos mucho sitio para movernos, no pudimos desplegar todo nuestro arte, pero un par de vueltas sí que dimos. Cuando veíamos que la gente, descojonada de la risa y dando palmas sin parar, se paraba un poco, les jaleábamos a base de gritos tipo gitano-flamenco. Como llamando al toro. Estábamos los dos muertos de la risa, sin parar de saltar, y viendo a la gente totalmente entregada. Cuando acabámos, se pusieron a aplaudir como locos, y a darnos abrazos, felicitándonos y diciéndonos lo bien que bailábamos. Lo que tiene la ignorancia. Diré que hay un video, y que en función del número de comentarios que reciba lo subiré o no. Depende de vosotros.

Luego, comenzaron a abrir los regalos de navidad, que llevaban debajo del árbol desde un día antes, como marca la tradición. Nosotros nos sentamos en una esquinita viendo a los niños abrir sus juguetes con gran ilusión. Para nuestra sorpresa, y dando una idea del tipo de gente entre la que nos encontrábamos, también nos cayeron regalos. Nos dieron galletas caseras, tarta de chocolate de una pastelería buenísima, bombones, una guía de restaurantes y bares de New York, enfin. No sabíamos qué decir. Nosotros habíamos llevado una botella de vino (Rioja, encontrado en una licorería al lado de casa), pero aquello era demasiado. Al cabo de un rato, pasamos a los licores, y uno de los patriarcas no paró hasta que probé el ponche de huevo con ron y nuez moscada. Una guarrada, pero no iba a hacer el feo. Luego probé otra cosa llamada "coquito", bebida a base de leche de coco, leche condensada, y licor de coco. Otra guarrada. Pero bueno, bebiendo y hablando pasamos la noche. Al irnos, y como ya eran las 2 y pico de la mañana, no nos dejaron coger el metro, y nos llevaron hasta la misma puerta de casa, a pesar de estar como 100 calles más abajo de la casa. Enfin, una amabilidad abrumadora. Como eran unos enamorados de España, la han visitado un montón de veces, y tenían intención de volver, les aseguré que cuando fuesen nos llamaran, y nosotros daríamos aviso a familiares y amigos para que les "cuidaran". Así que ya sabéis.

Un abrazo.

Non stop weekend

17 de diciembre de 2007:

Este fin de semana tuvimos fiestas varias. El viernes, fuimos al cumpleaños del chico medio-ruso que conocimos la semana anterior,Alexei. Nos llevó, junto a más gente, a un restaurante cubano del East Village, llamado "Café Fuego". El sitio no estaba mal, aunque era bastante peculiar. Para empezar, la comida era bastante escasa, y de cubano tenía poquito, ya que pudimos comer queso manchego, e incluso una paella...Desde luego, no la pedimos nosotros. Lo mejor, fue a la hora de pedir los mojitos. Los había de varios sabores (mango, piña, fresa, etc.). Eso sí, de ron nada. Los hacían con champagne o sake. Para cosas raras, no hay nada como esta ciudad. La camarera, una cubana muy simpática, nos contó una milonga buenísima, del rollo que no tenían licencia para vender alcohol por que en el barrio ya había muchos bares, y el Ayuntamiento quería controlar el consumo. Vale, como si el sake fuera sin alcohol. Enfin, que probamos el de champagne, y como os podéis imaginar, el resultado fue bastante lamentable. Después de un rato, quedamos con la gente en vernos otro día, y nos fuimos a casita, que el sábado lo teníamos cargadito. En principio, Ina, la chica sueca, nos había invitado a su fiesta de cumpleaños, pero la resaca del mojito (no podía tener nada bueno), nos dejó en casita lamiendonos las heridas. A última hora, nos fuimos a la segunda fiesta del día, en casa de Hillary y John, los mismos que nos invitaron en Thanksgiving, al ser el cumpleaños de la primera. Una vez más, nos pusimos de comida hasta las trancas, y la cerveza tampoco fue mal. Lo pasamos muy bien, conocimos gente muy maja, y hasta jugué al "Guitar Hero", un videojuego que consiste en tocar la guitarra al ritmo de canciones reales de rock. No se me dio nada mal, para ser la primera vez, claro que había auténticos expertos para enseñarme los trucos.

Después de tomarnos la tarta, nos fuimos a la segunda fiesta de la noche, en una zona de Queens llamada Jamaica, a una hora y pico de Manhattan. La zona la vimos de noche, a eso de la 1, y era la típica zona negra, con avenidas anchas y tiendas cutres, y pandillitas en las esquinas. Del frío que hacía, no se metían con nadie. Esta fiesta la organizaba Inma, la compañera de Marga de Barcelona, y su compañera de piso, Laura. Como buenos españoles, sonaron los grandes clásicos de los 80 y 90, cantados a gritos por los allí presentes, a pesar de tener vecinos en el piso de abajo, y ser ya casi las 2 de la mañana. Pero la Escuela de Calor es mucha Escuela de Calor, y hasta los americanos lo saben reconocer. Allí conocí a una psiquiatra española que lleva viviendo varios años en Iowa, y que me contaba lo dura que es la vida entre evangelistas, que todo lo arreglan leyendo la biblia. Hasta a los enfermos los "curan" a base de misa y rezo. Hablamos un rato de las elecciones que se avecinan, al ser en Iowa el primer estado en celebrar las primarias de las que salen los candidatos de cada partido, y me contó que es gracioso ver como los políticos se matan por cada voto, yendo puerta a puerta incluso, ya que los resultados en este estado condicionan el del resto del país. Al cabo de un rato, nos fuimos a casita, que ya eran horas, y nos quedaba un buen viaje en metro hasta casa. No exagero. Tardamos casi 1 hora y 45 minutos, y eso que apenas tuvimos que esperar los trenes en los transbordos.

Lo mejor de la noche, que había estado muy bien, a la salida del metro. Resultado de toda la noche nevando:


Menuda gozada caminar por nieve virgen por las calles de Nueva York. Y las calzadas, como pistas de esquí.


Botellón navideño

9 de diciembre de 2007:

Ayer salimos a tomar algo con un compañero de Marga del hospital por la zona del East Village. Es una de las zonas más animadas de la ciudad, fundamentalmente por la presencia de la universidad de Nueva York. Ya sabéis, universitarios equivale a bares, restaurantes, conciertos y desmadrados. Todo eso lo pudimos vivir ayer. Nada más llegar, nos fuimos paseando por las calles, conociendo sitios rusos, ucranianos y polacos, pues el colega, un tal Alexei, americano a pesar del nombre, se había pasado media vida por europa del este y le gustaban mucho estos sitios. Entre la gente, pudimos ver que había un montón de Santa Claus. En principio, pensamos que eran cosas de la navidad y de los comercios, pero pronto descubrimos el pastel. Resulta que habían quedado todos los estudiantes por la zona para irse de bares y botellón en la plaza Tompkin. Yo me moría de la risa de ver a todos estos disfrazados en los bares a cervezazos y bailes, con las respectivas mujeres de Santa Claus (minifaldas y botas incluidas) y los duendes. Mientras Marga y su amigo se quedaban en una cafetería pidiendo algo, yo no pude evitarlo y me dirigí a la plaza a echar unas fotos. Por si no me creías, aquí está la prueba. Como en el 2 de mayo, pero en plan navideño. Si no había mil tíos, no había ninguno. Y eso sin contar los que ya estaban en los bares.

Y eso que sólo eran las 4 de la tarde...No es de extrañar, por tanto, que viésemos por la noche la imagen decadente de un Santa Claus gordo, borracho como una cuba, tirado en un portal, con una elfa a su lado, cerveza en mano, y muerta de la risa. Enfin.

Al llegar a la cafetería, me di cuenta que era un restaurante marroquí, pero a lo Noeyorkino, esto es, como un restaurante normal con mesas en vez de alfombras, y música jazz como ambiente. Vaya mezcla. Igualito que en Melilla. La comida estaba muy buena, y nos tomamos unos tés morunos. Aquí se nos unió otra compañera de Marga de Barcelona, que nos acompañaría hasta la última aventura de la noche.

Luego, seguimos paseando, y nos fuimos a la zona del West Village, a seguir tomando cervezas. Nos metimos en un sitio bastante chulo, cutre como pocos, pero con una carta de cervezas que ya la quisiera mi padre. Nos tomamos unas Delirium Tremens, 9º, y probamos escocesas, irlandesas tostadas, y aromáticas con sabor a melocotón. El sitio, como los de Argüelles.

Después de una cena rica en calorías (hamburguesas, que bien ricas que están en este país) en un bar lleno de pantallas con deportes de todo tipo, nos fuimos a Chinatown, a un local en el que se celebraba una fiesta de carácter español, cuyo reclamo era la movida y los 80. Vale. El sitio, muy chulo en su parte superior, con barras, mesas, billares, buena música, tenía una entrada en plan caverna a una discoteca en el sótano, donde se celebraría el evento. Su nombre, Nacotheque. La música, de morirse de la risa. El ambiente, de lo más petardo. La movida más profunda, de la de Almodovar and company. Sólo después de un rato, empezó a sonar Alaska, Radio Futura, y demás. Mirad como promocionaban la fiesta.

Me pareció tremendamente raro estar allí. Por un momento pensé que estaba en Madrid, pero rodeado de americanos disfrazados de Tino Casal. La rayada fue tan grande, que no aguantamos mucho tiempo, y nos tuvimos que ir a las 2 de la mañana, al no servir ya las cervezas para mantenernos cuerdos. Y encima en Chinatown. Toda la situación era surealista. Una vez más. Me dió tiempo a grabar un video que no se ve nada, pero se oye más o menos.

P.D. Escribo esto después de escuchar el partido del Atleti ante el Getafe, por lo que espero excusen el estilo. Todavía me tiemblan las manos!!!!!!!!!!

Y por fin, la nieve

2 de diciembre de 2007:

Esta mañana nos hemos levantado con esta agradable sorpresa. Las imágenes, tomadas en nuestra calle y en Central Park, hablan por si solas.


Los botánicos apreciarán, sin duda, el ejemplar de Pino del Himalaya de la derecha.

Esta foto es de un puesto callejero de abetos de navidad. A 25$ la unidad. Eso sí, una vez usados, a la basura, por que te los dan directamente sin raíz, cortados por el tronco.

Por último, comentaros que en medio de nuestro paseo, nos hemos dado de bruces con la vicepresidenta, señora Fernández de la Vega. Sólo nos ha dado tiempo a decir un sonoro "buenos días", respondido con otro "buenos días" y una sonrisa de oreja a oreja. Somos tan totis, que no nos hemos parado a hablar con ella un segundo. Lo mejor el escolta que comandaba el grupo, tremendamente serio, y como un sherpa abriendo camino, pensando seguro "con el frío que hace y que a esta mujer le haya apetecido dar un paseo por aquí..."Recordaréis que ya vimos a la mujer de ZP en el MOMA...

Una de frikis (again)

1 de diciembre de 2007:

Anoche, quedamos con una amiga de Marga de Barcelona y su marido americano, para ir al cine.
Ellos recomendaron la película y el sitio. En un lugar de Chelsea, de cuyo nombre creo que siempre me acordaré, asistimos a una convención de geeks, frikis grillaos, y entusiastas del cachondeo puro y duro. La película en cuestión era "The Rocky Horror Show Picture". Nada más llegar al cine, nos encontramos el típico cine americano. Grande, moderno, nuevo, con varias películas de actualidad, y por supuesto, mega tienda de palomita y refrescos. Al entrar, nos dicen que nos pongamos en la fila formada a la entrada de la sala. ¿? Efectivamente, giramos una esquina, y vemos una fila de gente. Nos fijamos, y vemos que muchos de ell@s, van disfrazados, con pelucas, taconazos, medias de rejilla, en plan sexy con bragas, ligueros y bustier de cuero...Madre, qué es esto...No habría más de 50 personas, pero muy entregadas. Después de un rato en la cola, nos dejan entrar, y sin sitios asignados, vemos que la peña deja los abrigos en los asientos y se sube al escenario, a bailar como locos a ritmo de heavy-rock. Guitarras a todo volumen, peña totalmente descontrolada dando saltos, y cantando, y acababan de entrar...


Después de un rato de música, y de saltos, aparecen dos pavos, micrófono en mano, diciendo que esta era la experiencia "Rocky Horror", y que era el turno de los vírgenes, de la prueba de iniciación. Marga y yo, oliéndonos el percal, nos escondimos debajo de los asientos, por que otra cosa no, pero llevábamos la palabra "súper vírgenes" a fuego en la cara. Menos mal. Cogieron a 10 personas, las sacaron al escenario, y micro en mano, tuvieron que fingir un orgasmo delante del resto del auditorio. Hubo de todo. La mayoría, jovencitas superavergonzadas, aunque algo descojonadas, y chicos tímidos. Mención especial para un chino que no tendría ni 18 años, y que para mi era virgen de verdad. Una vez hechas las presentaciones, comienza la peli. Se trata de un musical de los años 70, que narra la historia de una pareja de novios súper finos, y súper americanos, que por cuestiones de la vida acaban en una noche de tormenta en una casa de un científico loco. Lo normal. Lo mejor, era ver que mientras la peli se desarrollaba, actores disfrazados iban interpretando la misma, en plan super cutre, y con el resto de la audiencia entregada gritándole cosas a la gente que salía en pantalla. Incluso en plan interactivo, pues si en la peli se celebraba una boda, en la sala se tiraba arroz. Si en la peli se bailaba, en la sala se levantaba la peña y bailaba igual. Cada vez que salía un tipo en la peli, se le decía una frase. Vamos, que fue un auténtico despelote. Y así nos tiramos hasta la 2 y pico de la mañana (empezó a las 12, no os creáis). Me pareció fantástico ver a la peña ir súper preparada al cine, con los disfraces y eso, pero también con el arroz, agua, gorros, papel higiénico, etc., según marcaba la película. Y encima, se sabían los diálogos enteros, e introducían gritos en función de lo que fuesen a decir, vamos, unos locos que se lo pasaban de coña. Aquí os dejo algunas fotillos del ambiente.


Por cierto, que antes de entrar en el cine, nos metimos en un bar a tomar una cervecilla, y nos encontramos con esta pequeña joya. Bar repleto de carteles típicos de road movie, con música de rock suave, con bebida barata y unas hamburguesas del tamaño de mi cabeza. Lástima que ya hubiésemos cenado en casa. Para otro día. En medio del garito, una caravana incrustada en la pared, de la que asomaba una cabeza femenina...Mejor por vosotros mismos.
Ya para acabar, no puedo resistirme a poner esta frase:

Pregunta del periodista: "Se ha montado un debate: ¿a quién debe quitar Luís para ponerle a usted?"

Respuesta del futbolista: "Es lo de siempre. El día que aficionados, prensa y jugadores entendamos que, juegue quien juegue, juegan 11 españoles, y que si ganan ellos ganamos todos, entonces estaremos en el camino de hacer algo."

Grande Torres.

Una de cambio climático

De la factoría de los del otro video que tanto gustó a Ernesto, esta vez acerca del bulo del cambio climático. Lo emitieron en un canal británico hace un tiempo. La parte del final ya la había pensado yo al empezar a oir hablar de las energías renovables...

Le Nozze di Figaro

29 de noviembre de 2007:


Anoche estuvimos en la ópera, en Lincoln Center. Vimos Le Nozze di Figaro, historia que a pesar de ser escrita por Mozart, se desarrolla en Sevilla. Qué tendrá el fino...Por partes. No sé si habeis visto la serie de televisión Frasier, a nosotros nos encanta. Pues bien, el ambiente de la ópera es como en la serie, al menos en los pisos inferiores. Mucha gente encorbatada, mujeres mayores vestidas como para una recepción real, y copas de champán a 10$ en la mano. Y yo sin afeitar... Me encantó la peña del restaurante, en medio de un hall, como diciendo, "aquí estamos nosotros, mirad que bien comemos, y que nos lo podemos permitir", mientras el resto de mortales les observa desde los balcones entre alucinados y envidiosos...Además estaba hasta arriba!!!!

Buenísimo el descanso, donde además del champán te podías tomar pastitas de te, fresas con chocolate, y otros cócteles del mismo palo. Me pareció estar en otro mundo. Hay una serie aquí que se llama "Gossip girl", que es como un "Al salir de clase", pero en plan pijísimo de Park Avenue. Pues así estaba la ópera. Nos echamos unas risas importantes, sobre todo con una rubia cuarentona, con tocado negro y velo, y un escote de escándalo, junto al típico abuelete forrado de pasta. Y qué pedo llevaba...

En cuanto al espectáculo de verdad, reconozco que me encantó. Fue la primera vez que iba a la ópera, y nada más empezar la música, me recordó a cuando eramos pequeños, y los fines de semana mis padres nos despertaban con música de esta. Qué tiempos! La historia, llena de enredos y giros. Menos mal que teníamos los subtítulos, que sino, no nos enteramos de na. 4 horitas después, a casita. Creo que el mes que viene volvemos, a ver "Carmen", y ya tengo ganas, la verdad. Estoy planteándome volver afeitado y con traje. Veremos.

Por cierto, ayer encendieron el árbol de navidad de Rockefeller center. Como aquí montan un show de una carrera de caracoles, hubo actuaciones musicales, discursos, alcaldes, y todo en directo por la tele. Como estábamos en el teatro, no pudimos ir, pero ya os mandaré unas fotitos. Para abrir boca, os lo mando sin iluminar, de la noche anterior, y en azulito, el árbol de Lincoln Center.

Vaya publicidad

28 de noviembre de 2007:

El lunes estuvimos de nuevo en el MOMA (hay que aprovechar el carnet de socio, señores), en esta ocasión para ver una película dentro del festival de cine iberoaméricano. Se trataba de la española "La noche de los girasoles", de un tal Jorge Sánchez-Cabezudo. He de decir, que la película no me disgustó, tampoco me entusiasmó, pero creo que este tipo de cine no debería de proyectarse fuera de España. Refleja lo peor de nuestra sociedad rural, y da una imagen del país, que sinceramente, creo que no merece. Quizás por mérito del director que logra que las imágenes parezcan completamente reales. Historia de un pueblo en pleno proceso de abandono, con los labriegos y la imagen tópica de ellos, en plan paleto, huraño, uno de ellos incluso retrasado mental; unos geólogos de ciudad que aportan la nota exótica con una chica negra al pueblo, guardias civiles corruptos, violencia racista, venganza, asesinato injusto, adulterio, vejez y decrepitud, etc. Un drama al más puro estilo Puerto Hurraco. Luego dirán que si somos unos paletos racistas y violentos. No digo que haya que exportar un cine amable e inocuo, pero así no hacemos patria.

Esta noche me toca opera, "Le Nozze di Figaro", ya os contaré.

Otra más de arte moderno

25 de noviembre de 2007:
Ayer por la tarde nos fuimos al MOMA, a pasar la tarde. Nada más llegar pensamos en meternos en una de las proyecciones de la tarde, y viendo las alternativas nos decidimos por una serie de cortos de un tal Ernie Gehr. Tenía mejor pinta en el papel. Eran 5 cortos programados, pero antes de empezar, el autor nos dice que ha tenido que suspender los dos últimos por motivos técnicos, y que los ha sustituido por uno más. El primero, de nombre Glider, es el más largo de todos. 37 minutos. Empieza. Imágenes sin sonido de agua fluyendo mientras la pantalla se va torsionando. Luego más imágenes de gente en la playa, igual, moviéndose la imagen y distorsionándose. Al minuto y medio me viene a la mente lo siguiente: “me quedan 35 minutos de esto, joder…”. A los dos minutos se oye a un pavo de la primera fila roncando. Lo juro. A los 15, un grupito detrás nuestro no puede aguantar el cachondeo y se piran. A los 37 minutos termina y comienza el segundo. The astronomer´s dream. Música como de dibujos animados. La imagen, un código de barras que se va distorsionando y clarificando. 15 minutos después comienza el tercer corto: Before the olympics. Con ruido de la calle (coches, cláxones, obras…), imágenes de una ciudad italiana, Turín, creo, solapándose en frames adelante y atrás. No apto para epilépticos. Después de 15 minutos de tortura, más, empieza el último de todos: “Shadow”. Sombras en blanco y negro sin moverse durante unos 10 minutos. Sin sonido. Joder con el arte moderno. Salimos algo estupefactos, aunque Marga sostiene que no le disgustó del todo. Yo creo que fue algo así como una tortura. Para los que no os hagais aún una idea aquí os dejo un enlace: Ernie Gehr.

Richard Prince

25 de noviembre de 2007:


Ayer viernes (recuerdo, "blackfriday), fuimos al museo Guggenheim por la tarde. Es una pena que la fachada esté de obras y completamente cubierta, pero bueno, como prisa, lo que se dice prisa, no tenemos, esperaremos pacientemente a que acaben de arreglarla. Por dentro es un edificio alucinante. Las exposiciones temporales se exponen en el hall principal, que es un pasillo en espiral que va subiendo hasta una altura de una sexta planta, sin escaleras. Muy bonito.

La exposición de ayer era de un tal Richard Prince, fotógrafo, pintor, cómico, un poco de todo. Destacaban grandes cuadros monocromáticos, con chistes impresos. Algunos eran muy buenos. Era muy curioso acercarse y descubrir que en varios de ellos, el fondo estaba formado por fotografías de mujeres desnudas muy pequeñas, de revistas de la época, o que las letras de los textos estaban hechas con cheques del propio artista. En plan collage, pero como si fuera pintado. Una chulada. Además de los cuadros, pudimos ver fotografías de su colección de "novias y motos", retratando a sus mujeres medio desnudas encima de las motocicletas (rollito "Easy Rider"), Cowboy, donde muestra al hombre Marlboro, o series más pequeñas como "Three women looking in the same direction" y sus celebridades, con fotografías dedicadas de gente famosa (la velvet, actores varios, grupos de glam rock). Mención especial para el cuadro con el plátano de Warhol (Xeluuuuuuu!!!!!!!!, saca la camiseta). Además, una serie de cuadros al óleo de enfermeras basadas en las portadas de los libros de literatura rosa. Un artista en toda regla, vamos.

La colección permanente (mucho Kandinsky, algo de Picasso, Bauer me gustó, fue interesante) se expone en salas colindantes al pasillo. Os he comentado que la entrada era gratuita??? Cultura para todos, es la filosofía de tod@s las actividades en este país. También nos estuvimos echando unas risas con algunos personajes que pululan por allí. Tipos salidos de la escuela de arte, vestidos en plan mega guay, soy súper cool, que ni Almodovar en su buena época. Lástima no haberles hecho ninguna foto. Para acabar el tema museo, dentro de un par de semanas volveremos, ya que al parecer se monta una fiesta tremenda (copas, house, arte) en el interior del pasillo. A 25$ la entrada (como en el resto de discotecas de la ciudad), organizan un sarao alucinante, al parecer.

Os dejo, por cierto, algunas fotos de Central Park y del Riverside Park que hice el otro día. Fijaros en los colores de los árboles, y los jardines. Es tremendo.

Daros cuenta que aquí ya empieza a hacer un frío considerable (no tenéis más que verme con gorro tipo consolador), y de noche ya cuesta salir a la calle, sobre todo si hace algo de viento. Han comenzado las ligas de hockey sobre hielo...Es más grande el stick que los niños. Falta la Marga diciendo "Métele más fuerte, hombre!!!!!"

Para acabar, y si tenéis un par de horitas, un documental interesante que acojona un poquito. Están empezando a dar guerra por aquí estos grupos.

Happy Thanksgiving!!!!!

22 de noviembre de 2007:

El jueves pasado, fue el día de acción de gracias, una festividad que si bien para el resto del mundo es una americanada, para los americanos es el día grande de celebración familiar, casi más que navidad, y la excusa perfecta para comer hasta morir. La celebración viene de cuando los primeros colonos llegaron al continente. Al parecer llegaron casi en invierno, por lo que en cuanto se quedaron sin comida, muchos de ellos murieron. Los supervivientes lo hicieron gracias a la ayuda de los indios que habitaban por aquellos lares. Al año siguiente, una vez recogida la primera cosecha, los colonos decidieron compartirla con los indios en señal de agradecimiento, estableciendose así dicha festividad. Lástima que luego los indios molestasen.

Como toda fiesta americana que se precie, empieza muy de mañana con un desfile (creo que ya he comentado en alguna ocasión lo que les gustan los desfiles y las performances a esta gente). El desfile está formado, básicamente, por muchas bandas de música, gente disfrazada de peregrino (Lucas, qué grande eres!!!!!), y los globos gigantes. Estos globos, que son las estrellas del desfile, se inflan la noche anterior, congregando para dicho acto a miles de personas en Park West. Este año, todo el mundo quería ver el globo de Shrek, pero a mi el que más me gustó fue el de la rana Gustavo... Al desfile, según decían en la tele a primera hora, asistían alrededor de 2,5 millones de personas. Nosotros no íbamos a ser menos. Despúes de desayunar como dos bestias en casa (empezamos a coger actitudes nativas), nos encaminamos al centro de la ciudad, donde nos encontramos con la marabunta. El ambiente era tremendamente festivo, con los niños gritando al paso de las bandas y globos. Por cierto, qué diferencia con las españolas!!! Aquí son tremendamente espectaculares, compuestas por cien, doscientas o trescientas personas, con trajes súper llamativos (y gorros a lo palacio de Buckingham), y muy derechos y firmes todo el rato. Me llamó la atención como vivían el momento, super orgullosos. El video no es gran cosa, pero muestra el ambiente y la cantidad de gente que había.

Por cierto, el gusano azul de la foto se iba escondiendo y saliendo de la torre, o sea que tiene mérito...


Al loro a la peña lo preparada que iba (me encanta el que está subido a la señal de metro, cogido con una cuerda).

Después de un rato de desfile (el suficiente para ver el ambiente y los globos), nos fuimos a desayunar otra vez, que ya había hambre. El problema de este país, es que si pides una tortilla, te la traen de 6 huevos, con tomate, queso, bacon y orégano, además de una guarnición de patatas bastante generosa. Qué no?????

Por la noche, unos colegas de Marga nos invitaron a una de las famosas cenas de acción de gracias, y aunque nos tuvimos que ir a Parla (bueno, a Queens), mereció la pena. Para que veáis como son los americanos, estaban escandalizados por que íbamos a estar sólos en casa, así que nos invitaron con ellos a su cena familiar. Eran la pareja que nos llevaron al poco de llegar a un italiano tipo estación de tren (ya os hablé de ellos), Hillary y John. En su casa habían juntado a los padres de ella, a la madre de él, y a dos rusas compañeras de Hillary en el hospital. Estas dos, eran tremendamente peculiares, pues si bien una era rubia y de piel clarita (rusa), la otra tenía más bien pinta de japonesa-china-indonesia. Resultó ser de más allá de Siberia, la tía. Pero la mejor era la rubia, que era de un pueblo cerca del ártico, y que decía que había vivido la noche esa de 6 meses. Y tan tranquila. La cena corrió a cargo de John, y su madre, y consistió en quesos y frutas, para picar, gambas en tempura con salsa de mermelada de naranja y mostaza dulce, endivias con queso azul y aceite balsámico con alcaparras, quiche de espinacas, ensalada verde con queso azul, crema de calabaza con queso peccorino, patatas guisadas, puré de patatas, patatas dulces al horno, salsa de cerezas, PAVO al horno, en versión filetes y medioevo, zanahorias guisadas con pistachos, dos tipos de relleno (no me preguntéis), pimientos verdes al horno rellenos con arroz y otras cosas, y pasta a la putanesca. De postre, tarta de calabaza, tarta de queso con chocolate y toffee, canutillos (es un decir, son americanos), rellenos de crema, galletas con toppings (chocolate, m&m, etc.), y bombones. Todo casero. Todo riquísimo. Sí, todo eso. Casi morimos. Sobró, obviamente, pero estaba todo preparado. Habían comprado bandejas para que nos pudiésemos llevar las sobras a casa. Creo que a día de hoy aún nos queda algo de pavo. Al final, conseguimos arrastrarnos a casa a las 2 de la mañana, y dormir al día siguiente hasta las mil.

Por cierto, para que veáis el espíritu consumista del pais, el viernes es el "Blackfriday", llamado así por que los centros comerciales abren a las 12 de la noche con grandes descuentos, y dando el pistoletazo de salida a las compras navideñas. Desde luego, el viernes se da festivo en casi todo el pais.

La post-boda

19 de noviembre de 2007:

Buenos días a todos. Sirva esta "entrada" para avisar del recién inaugurado blog de joserra, el norueego negrata, y que espero facilite la comunicación entre todos nosotros. Como podéis ver, me ha costado montarlo, y todavía tengo que aprender varias cositas más, así que paciencia, que todo llega.

Me he dado cuenta que hacía un montón de tiempo que no escribía nada, supongo que por la visita que hice la semana pasada.

Estoy por contaros mi impresión de la boda de Poncho, un espectaculo de derroche y fantasía, en la que una vez más los valientes dieron la cara, y los que no, se fueron a casa a dormir en plena batalla. Mención especial honorífica a Ernesto y a Xelu, como no, que aguantaron hasta las mil, a pesar de las tentaciones en forma de cama y salmonida. Igualmente, agradecer a las simpar Carmen y Marga, por su paciencia a la hora de recogernos en estado un tanto lamentable, aunque divertido, y por darnos la vida con el desayuno. Como anécdota final, sólo comunicaros que a punto estuve de perder la vida al llegar a casa, ya que mi mujer, queriendo acostarse desde hacía horas, y previendo la que se le venía encima a la mañana siguiente, me amenazó de forma velada y en voz baja, pensando que estaba dormido. Puedo asegurar que me acojonó. Aunque las risas que nos estamos echando desde entonces no tienen desperdicio.

No puedo resistirme a poner las fotos que más gracia me han hecho...Notese la evolución de la noche. He de añadir, que la cara de Xelu fue el reflejo del alma de todo el equipo, y el detalle de la calavera sujeta y de la corbata del revés... Un poema que ni Doryan Gray. Y que decir del novio en plan miyagi-san...




Dicho esto, os comento que el viaje de vuelta a los States fue como un auténtico infierno. Todos conoceis mi dolencia lumbar como consecuencia de un empalmamiento súbito por dejar la mala vida. Pues bien, el viaje, la verdad, no mejoró mi situación. Nada más llegar al mostrador de facturación, me encuentro un señor de Iberia muy amable que me comenta que el vuelo tiene overbooking (no se de qué me extraño), y me ofrece la cuantiosa suma de 500 € más noche de hotel, más vuelo al día siguiente por ceder mi asiento. Sin dudarlo un instante, le dije que aceptaba, que 500 € por llegar un día tarde a casa y por no tener nada que hacer me venían de coña (entre otras cosas me pagaban el próximo billete a casita). Avisé a Marga, que volaba con otra compañía, y me puse a esperar. Lo único que tenía que hacer era pasar absolutamente todos los controles de seguridad, y hacer como que embarcaba, pero sin embarcar (explicación muy española, por otro lado), de esas de "tú ves haciendo que ye te diremos algo". Al llegar a la puerta de embarque, con toda la ilusión por descansar un día más en casa y recuperarme del dolor de espalda, me llegó la primera ostia. Tenía la "suerte" de que podía volar, ya que el overbooking no era tal. Bien. Entré el último al avión, lo que suponía que no había sitio para el equipaje de mano en los compartimentos, por lo que tuve que viajar todo el rato con la mochila en los pies. No se si os habreis dado cuenta, pero a mi estas cosas me cuestan, supongo que por la altura...Mi compañero de viaje resultó ser un americano con algo de pánico a volar, que nada más subirse al avión había pedido, según me enteré después, una botellita de vino, por aquello de templar los nervios. Durante la comida, se ventiló otras tres. Atentos al pestazo a vino que me acompañó todo el viaje (6 horitas de nada). Mientras tanto, yo pensando en que mi maleta no llegaba, ya que le habían puesto una etiqueta especial como diciendo, "sí viaja, pero no". Un puto infierno. Cuando por fin llegué a Filadelfia, la espalda me dolía tanto como el resto del cuerpo. Y me quedaba pasar la aduana. Dios, que agobio. Al ir yo solo, tenía que enseñar todos los papeles de Marga, y claro, al no ir ella, no hacían más que preguntarme que dónde estaba, que a qué venía, otra vez, y que a qué me dedicaba. Para más inri (se dice así, no?), el poli no hacía más que pasar mi pasaporte por el ordenador y no le salían mis datos. Cuando ya me esperaba un exámen tipo total (y por supuesto la pérdida del vuelo de enlace a NY), y sacaba la vaselina, me di cuenta de que el muy capullo estaba metiendo mi segundo apellido (aquí no existen los segundos apellidos), y por eso no salían mis datos. Una vez aclarado el lío, me toca pasar a la aduana, para que me vuelvan a comprobar los datos y a abrir la maleta. Aquí empecé a sudar de lo lindo, por que me di cuenta que con el follón de Barajas, yo me había llevado la maleta de Marga, y ella las mías. Marga llevaba LAS LLAVES DE MI MALETA. No podía abrir mi maleta. Y además, creo que llevaba unas tabletas de turrón que mi madre se había empeñado en meter. Daros cuenta de un tio sudando y pensando en que como le hagan abrir la maleta, no la va a poder abrir, se ve deportado a España, sin remisión, y con el rabo entre las piernas. Por suerte, el poli 2 era algo más hábil que el poli 1 y no me hizo abrir la maleta, aunque me dió un pequeño susto. Al acabar, me acompañó a la puerta, cosa que no hacían con el resto de la gente. Yo pensaba que me metían en la "sala oscura", de donde tu honor no sale precisamente indemne. Así que mientras me acordaba de todas las noches que sobreviví por Chueca, para nada, me encaminé hacia la salida comprobando con gran alivio, que sólo me estaba acompañando a la salida. Volví a meter la maleta en un scanner para que me la envíasen a NY, y más tranquilo me dirigí a la terminal. Después de pasar un control más de seguridad, el del aeropuerto, conseguí coger el vuelo. Tenía 2 horas para hacer el enlace. Llegué 10 minutos antes de embarcar. Haceros una idea del puto aeropuerto y los putos trámites que hay que hacer. Agotado, me dejé caer en el asiento de un jet de 30 plazas, en el que tenía que ir reptando por el suelo (no exagero si digo que el techo estaría a 1,70 del suelo). El avión era como los de helices, o sea que se movió muchísimo. Menos mal que los vuelos a Melilla me tienen acostumbrado a estos aviones, y conseguí dormir todo el trayecto. Al llegar a NY, por fin, me dispuse a recoger mi maleta y salir pitando a casa, pero el viaje no había terminado. A que no sabeis a quién le perdieron la maleta?????? Pues sí. Faltaba mi maleta, grande, rosa chillón, con asas naranjas (la pillamos así para que no se confundiera). A poner la denuncia pertinente. Me atendió una señorita negra de unos 150 Kg, muy amable, y que me dijo que era muy raro, que no solía pasar, y que me esperase un rato por allí a ver si aparecía en alguna cinta (para que luego digan del made in Spain). Al no aparecer, ya se creyó que me habían perdido la maleta (con toda la ropa, trajes, abrigos, el turrón), y me convenció para que me fuera a casa, que ya me la mandarían en cuanto la encontrasen. Me cogí un bus que tardó un huevo en llegar a Manhattan, o eso me pareció a mi, y luego un metro para casa, donde Marga me esperaba, y sólo pudo ver llegar a un cadaver arrastrándose por el suelo y jurando que nunca mais. Dormí casi 20 horas al día siguiente, hasta que apareció la maleta, ya que me "emparanoyé" (no sé si se escribe así) con que los de aduanas me iban a detener por llevar turrón.

Como veis, no faltó de nada en el viaje. Menos mal que pasó, y que ya ayer pudijmos volver a hacer vida normal. Nos fuimos a desayunar (huevos revueltos, patatas homemade, salchichas, café, zumo, tostadas, 5$), y nos fuimos andando hasta Columbia, que Marga no conocía el campus aún. Luego de vuelta bajamos por Central Park, donde vimos a unos chavales jugando una liguilla de hokey sobre hielo, y acabamos en la 5º Avenida, comiendo en un restaurante en plan burguer pero super bueno antes de meternos en una exposición de Klimt en un museo que se llama Neue Gallerie (los que sabeis alemán, pues eso...). ESPECTACULAR. Nos encantó. Cuando tenga pasta me pienso comprar un landscape de este tipo para el salón...Además nos pasamos por el Guggenheim, para enterarnos que es gratuito los viernes a partir de las 5 de la tarde, y que los viernes de primero de mes montan una fiesta genial en los pasillos del museo, con copas y música, que se peta de gente joven. IREMOS.

Aprovecho para poneros alguna foto así chula (al loro al Rubens), y recordaros que he metido más en las entradas anteriores, por si las quereis ver.





Un abrazo a tod@s, y esta semana, toca animar a España. Ya llegamos a la Eurocopa (esta vez, si no va Raúl, sí). Por cierto, he leido en no se qué periódico que Raúl duerme en una cámara hiperbárica de esas, menudo flipado!!!!!!!!!!!!!