Finde de fiesta

31 de marzo de 2008:

Este fin de semana ha sido especialmente intenso en cuanto a lo de salir de fiesta. El viernes, salió solo la mitad del equipo, mientras que el sábado ya estuvimos todos al completo. Yo, desde luego, no me perdí ni una, no. El viernes, después de tomarnos unas cervezas en un pub de Wall Street, lleno de ejecutivos viendo el baloncesto universitario en pantallas tan grandes como nuestra casa, Ness y yo decidimos prolongar la noche, para lo cual acudimos a la revista de referencia neoyorquina, el Time Out. Marga y Loles habían estado toda la tarde de compras, mientras Ness y yo dábamos cuenta de unas cervecitas, por lo que no se encontraban en condiciones de acompañarnos. La revista en cuestión nos recomendaba una fiesta tecno, baratita, y con buena pinta. Después de tirar de palm, nos fuimos a la dirección indicada. Al llegar, pudimos ver que lo único animado que había por la zona era una tienda de DVD´s porno, además de un par de "clubs de caballeros", que así los llaman aquí. Al preguntar a la primera persona normal que nos encontramos, nos dijo que esa dirección no era de Manhattan, sino de Brooklyn. Gran cagada, pues aquí las distancias son como enormes. Sin embargo, gracias a la euforia provocada por los yuppies borrachos, nos pillamos un taxi, y sin tener ni puta idea de adonde íbamos, nos dirigimos a Brooklyn. Al llegar, me vi en una zona en la que curiosamente ya había estado previamente, en una fiesta anterior y que probablemente ya contase en algún post anterior. De cuando estuvo por aquí el Rubens y sus amigos de Hortaleza. La situación se enderezaba, pues. Nos fuimos directamente al garito de la fiesta, y allí pudimos ver que garajes y antros donde montar saraos es precisamente lo que les sobra a esta gente. He de decir que probablemente haya estado en un par de sitios más cutres y raros que este, el galapagos art space, al menos la parte donde se desarrollaba la fiesta house, llamada "The Bunker". Para empezar, el cartel de la puerta estaba como medio apagado, el negro de la puerta muy colgado, como el resto de la gente dentro, y las copas eran de lo peor. Nos metimos dentro del sitio, y al ver que la música era súper machacona y que no había nada de ambiente, nos montamos un plan B temporal. La calle estaba llena de bares, a ambos lados de la calzada, por lo que decidimos montarnos un Paris-Dakar a lo Brooklyn. Al menos, nos ayudaría a ambientarnos en la fiesta de después...Estuvimos un par de horas fuera, tomándonos una copilla en varios sitios, y echando fotos.

Al cabo del rato, a eso de las dos y media, la fiesta empezaba a las once de la noche, nos volvimos al antro. Ya había más ambiente. La gente era como muy rara, típicos colgados del rollo "soy súper cool". Y yo con camisita. Menos mal que llevaba unos días sin afeitar, y podía dar un poco el pego. La música era bastante dura, pero se podía estar a gusto. Las copas previas, desde luego que ayudaron. Al final, nos crecimos y acabamos con la euforia y dándolo todo. Fue divertido por que a la Ness le entraron los tíos más raros del lugar, y a mi me preguntaron un par de veces donde conseguir pastillas. Enfin. Un inciso. Suponed la dificultad de entablar una conversación en inglés en aquél ambiente. Lo conseguí merced a mi 110 (sobre 120) en el examen del TOEFL. Y eso que creo que se equivocaron en mi nota de writting, por que perdí casi todos los puntos allí. Les joderá tener que poner notas por encima de 115. Vuelvo a la historia principal. Lo peor fue que a las 4 de la mañana nos echaron. Estuvimos alucinando por que no nos podíamos creer que nos echaran de un sitio como aquél. Entre que era tremendamente cutre, que estaba aislado de toda zona habitable, y los locos que por allí pululaban, fue duro tener que volver a casa. Sobre todo por que teníamos una horita larga, muy larga, de metro para llegar. De todos modos, antes de que acabase la sesión una tipa se paseó por el local haciendo fotos a la gente. Según he visto en la web, las van colgando, así que igual aparecemos. Ya ire mirando, y si acaso, os las enseño.



Al día siguiente nos volvimos a separar en grupos. Loles fue a ver a un chico que no conocía por si le gustaba. Marga se quedó sobando en casa, que para eso curra como una loca entre semana. Y Ness y yo nos fuimos a comprar un portátil y a que nos cambiasen un Ipod. La mañana fue divertida. En la tienda apple, si no había dos millones de españoles comprando de todo, no había ni uno. Y eso que hay crisis. Además de toda clase social, desde las pijas madrileñas de la moraleja, perlas incluidas, a la típica familia gallega que hablaba cero coma cero de inglés intentando pagar con una tarjeta caducada. Por cierto, que me hizo gracia que para que te atendiesen por lo del Ipod había que concertar una cita in situ vía e-mail. A mi me recordó a cuando en la pescadería cogemos número de la máquina esa roja y esperamos turno. Pero en plan apple store. Y sí, me cambiaron el Ipod gratis. A la salida, nos fuimos a la tienda de la NBA, a comprar una camiseta de Gasol. Allí, nos encontramos con más españoles, todos comprando la camiseta de Gasol. Se notaba que sólo la compraban los españoles por que sólo quedaban de las tallas XL, que a mi me llega por los tobillos. Al ir a pagar, nos juntamos 3 grupos de españoles con la misma camiseta. La cajera estaba alucinando. A la salida, nos preguntaron que donde estaba la tienda apple, por lo que el ataque de risa no lo pudimos evitar.

Por la noche, ya al completo, nos fuimos a un concierto de jazz a una sala muy curiosa. Era como un salón de una casa. De hecho era una casa con sillas de plástico en el salón, y una cocina y baños típicos de los edificios llamados "brownstone". Con dibujitos de jazz colgados en las paredes. La sesión fue muy dura. Tres tipos llegaron allí, con clarinete/saxofón, batería y bajo, y durante una hora se dedicaron a improvisar pero haciendo mucho ruido. A mi me recordaba a los conciertos heavies a los que iba de joven, en los que apenas podías distinguir la melodía del ruido que hacían los músicos. Y eso que no cantaba nadie.

Al salir, nos metimos en el típico bar americano universitario, lleno de gente, con su billar, sus pantallas de plasma con deportes (me tuve que tragar el resumen del partido del atleti...) y su equipo de lucha libre masculina. Esto lo digo por que había como 20 tíos con unos hombros más grandes que mi cabeza. Esta foto la he hecho por que no se si iba en plan irónico o serio. La verdad es que con los americanos, uno nunca sabe.

Luego nos metimos en un bar más divertido, en el que a mi me dejaron entrar gracias a que iba con tres mujeres. El sitio era el paraíso de los hombres. El ratio de rubias era de cuatro a una, y debía de haber diez mujeres por cada tío. Y todas bailando como locas y bebiendo. Eso sí, la música esta rara que hay aquí, que es una mezcla de hip hop y rap, y que a mi me suena toda igual. De todos modos, me gustó el lugar.

Después de un rato, nos metimos en el bar de enfrente, que era el lugar en el que se metían los tíos cuando no les dejaban entrar en el garito de antes. Allí fue donde acabamos la noche, con Loles y Ness ligando con todos, y Marga y yo muertos de la risa.

Al final, hasta se marcaron el chikichiki...

El brikidance.....................El cruzaito..................................El robocop................
Estamos muy mal los españoles.
Y aquí estamos con unos amigos, Margareth, Sandra y Loren.


Paseo por Brooklyn

28 de marzo de 2008:

Ayer seguimos el paseo por la ciudad. Debido al mal tiempo, no fue tan agradable como los días anteriores, pero se superó sin problemas. La verdad es que no nos dio tiempo a ver gran cosa, y sólo pudimos pasear por la zona del city hall y por Chinatown. En la zona del Ayuntamiento pude echar unas fotillos del edificio Woolworth building, edificio que se construyó a principios del siglo XX, y que fue pagado en cash por el dueño, sin tener que recurrir a ningún crédito bancario. Lo malo es que a los turistas no les dejan entrar...

Al lado del edificio se encuentra el Ayuntamiento, un pequeño bunker, junto a un parque chiquitín, pero bonito. Y frente al puente de Brooklyn, los edificios de oficinas y el palacio de justicia. Por cierto, en esta zona se encuentra el cuartel general de la policía de Nueva York, o sea que la concentración de uniformes por metro cuadrado se dispara.

Lo mejor del día, para mi, fue cuando dejé a las niñas en el BAM para ver un espectáculo de ballet brasileño, mezcla de clásico con samba. Yo mientras, me dediqué a pasear por Brooklyn. Dicen que es uno de los barrios de moda ahora mismo, y la verdad es que se notaba en el ambiente. Mucha gente joven por la calle, bares y restaurantes pequeños, y casas al estilo Bill Cosby, de baja altura y muy chulas. Se nota que es un barrio de esos llamados "cool". A mi me hizo mucha gracia el hecho de que todos los chicos fueran iguales, con un estilo vagabundo arreglado. Llevaban barbita desaliñada, pelo a lo sucio pero no, ropa vieja, y por supuesto, gorrito de lana con pompones andinos. Si no me encontré a 50 así vestidos, no me encontré a ninguno. Deambulando por la zona llegué a un sitio llamado Pratt Institute, que es como una escuela de bellas artes a la americana. Tenía un campus genial, con un montón de edificios súper bonitos, jardines, y esculturas por doquier. A pesar de que lo vi por la noche, había aún bastantes estudiantes pululando por las clases y dormitorios. Las fotos están un poco oscuras, pero son dos de las esculturas que más me gustaron. Se supone que la segunda simboliza una nube y una ola. Vale. Explicaciones, a los artistas. Antiguos alumnos del instituto, por cierto.

Seguí con mi paseo nocturno unas calles más arriba, hasta que empecé a ver que el barrio se volvía algo más cutre y sucio. Además las pandillitas de negros por las esquinas o sentados en las escaleras de las casas le daban cierto aire a película conflictiva. Así que me volví a bajar al teatro. En el camino me encontré con un templo masónico tipo partenon, con un portero 2x2 pidiendo identificaciones a todo aquél que quisiera entrar, al más puro estilo secta secreta. Después de meternos una hamburguesa en un garaje colindante, nos fuimos al bar de Moe a tomarnos una copilla. El sitio estaba bastante bien, con música funky y documental de apoyo a la comunidad negra. Y las copas, salvo lo que le sirvieron a la Lola, mezcla de ron con piña y algo más que no supimos distinguir, no estaban mal...

Muy bien acompañados

26 de marzo de 2008:

El viernes apareció la Ness, y el lunes apareció la Loles, o sea que andamos 4 por casa, en amor y compaña. La verdad es que es muy divertido hacer de guía por la ciudad. Además, el visitar sitios ya conocidos me permite sacar nuevas fotos, en ocasiones bastante chulas. Aquí, en el puente de Brooklyn, la Marqui y la Ness, mirando al tendido. Qué monas!!!!! Claro que la vista merecía la pena. No es por nada, pero creo que la foto es muy chula...

Durante el día del martes, me dediqué a hacer de guía de Loles, por la ciudad. Menuda pateada. Nos cruzamos Central Park y vimos casi todo el midtown y sus lugares singulares. Compras incluidas. De entre lo más divertido, una actuación de un grupo de majorettes y banda de música en la Trump Tower, o un concierto de música coral en la catedral de St Patrick. Además, nos metimos en la tienda de Toys are Us de Times Square, y la verdad es que es alucinante. Es como un mini parque de atracciones, con miles de zonas para niños, y hasta una noria, dentro del edificio, de unos 30 metros. También entramos en la tienda de M&M´s. Nunca pensé que un chocolatina diese tanto de sí. No sólo había miles de chocolates de todos los colores y tipos, sino que además había un montón de productos de merchandising de lo más variado. Entre los destacados, los cojines con forma de cacahuete, las lámparas, los jarrones o los dispensadores gigantes de M&M´s.



Al día siguiente, se nos unió al grupo Ness de vuelta de Washington, después de un viaje lleno de problemas por culpa de unos chinos a los que no se les entiende un carajo y que deciden cuando viajas o no, a pesar de llevar billete en regla y pagado previamente. Un cachondeo del que ya di cuenta cuando fui a Boston. Por la tarde, después de un buen paseo por el Greenwich Village y de tomarnos una hamburguesa en uno de los supuestos lugares emblemáticos de la ciudad (en el parque de Madison Square, 23 y 5 avenida, frente al Flatiron, la verdad es que no era para tanto...) nos fuimos a Jersey a presenciar un partido, otra vez, de baloncesto. La historia es curiosa. Resulta que Ness quería ir a un partido de la NBA, pero para las fechas estas, las entradas eran muy caras. Cuando ya veíamos que se quedaba sin basquet, me llegó un mail ofreciéndome "complimentary tickets" para un partido de los Nets. Al probar, resulta que los tickets nos salían a 0$, y que sólo tenía que pagar 5$ por las tasas de los tickets. Obviamente pillé 3. Cuando me llegó el mail de confirmación, me empecé a mosquear por que era súper cutre. Me dije que ya estaba, que ya me habían timado 5$. Así que nos fuimos a Jersey sin saber si teníamos entradas, que había que recoger en taquilla, o no. El viaje una pequeña aventura. Sobre todo por lo difícil que es encontrar algo en la estación de autobuses, Port Authority, del tamaño de un campo de fútbol, y con 4 pisos. Pero como somos gente espabilada y con idiomas, llegamos sanos y salvos, aunque sin saber si el viaje había valido para algo. Pues sí. Con cierto miedo a que se riesen de mi en la taquilla, pedí las entradas, y cuando ya esperaba que me mandasen a tomar por culo, me soltó mis 3 tickets sin decir ni mu. Me encanta este país. Así que pudimos ver un partido de la NBA por 0$. Jugaban los Indiana Pacers, por cierto. El partido un poco aburrido, el campo medio vacío, y la gente bastante tranquila, salvo cuando los niños, en hordas, gritaban para que les diesen una camiseta. Lo mejor del partido fue una de las actuaciones de un tiempo muerto. Además de las cheerleaders, había un grupo de atletas que se dedicaban a dar saltos acrobáticos. Las niñas saltaban y los niños las cogían. En teoría. En uno de los saltos, a un chaval se le olvidó coger a una de las saltarinas, que se calzó una leche contra el suelo de impresión. No le pasó nada, pero el descojone del personal fue general. Lo mejor creo que fue la presentación de los equipos, y las cheerleaders vestidas de colegiala...Lo peor, que no nos vendían cerveza con el DNI. Así que lo tuvimos que ver en estado de plena sobriedad. Puede parecer tarea banal, pero no.




March madness

24 de marzo de 2008:

El mes de marzo es un auténtico festival del baloncesto en este país. Después de todo un año de ligas universitarias, llega la hora de la verdad para los mejores 64 equipos. Y el país, se vuelve loco. La afición por el básquet universitario es increíble, ya que la gente se siente mucho más identificada con el equipo de su universidad que con el de su ciudad. Durante 4 fines de semana, se produce un carrusel de partidos en el que apenas hay tiempo de respirar. El jueves pasado empezó el jaleo, con nada más, y nada menos, que 16 partidos durante el día. Y el viernes, otros 16 para acabar la primera ronda. Todos por la televisión, en directo. A veces, iban cambiando de partido según el marcador era más o menos ajustado. La gente se pillaba días libres en el curro para poder ver todos los partidos. Era un ambiente tipo superbowl pero a lo largo de todo el día. Yo el jueves apenas pude ver los partidos de la noche, pero el viernes fue diferente. Me fui a casa de Phil y Becky, que habían organizado una sesión de cervezas y baloncesto con sus amigos. Y fue genial. Como yo de esto no tengo ni idea, me iban aleccionando sobre los equipos a animar, bien por razones lucrativas (había apuestas de por medio), o por razones sentimentales (ex-universidades o rivales irreconciliables). Cada uno tenía su "bracket" preparado. El bracket es el cuadro de partidos, como los cuadros de los torneos de tenis, pero en plan básquet. Cada uno con su apuesta de quien iba a ganar, y quien estaba acertando el mayor número de partidos. Con los consiguientes piques, claro. El caso es que la tarde estuvo genial, muy divertida, y con muuuuchas cervezas. Además, fuimos al partido de los Knicks, con Navarro en plan crack (hay que ver que ilusión hace que te vean y te comenten en el youtube). Por la noche, al volver del Madison, nos volvimos a casa, donde seguía llegando gente para ver el baloncesto, tomar un par más, y salir por el east village a un bar donde ya por fin terminamos de ver los partidos que se jugaban en la costa oeste. La diferencia horaria de 3 horas, es lo que tiene. Además, a esta última excursión se nos juntó la Ness, una amiga de Marga de Barcelona, recién llegada.

El sábado, nos dedicamos a superar la resaca del día anterior, a ver por encima los partidos de la segunda ronda del torneo universitario, y a salir con Margareth, Loren y Sandra. Margareth es la chica que nos invitó a pasar las navidades en su casa, y donde montamos el show más lamentable del mundo. Sandra y Loren son una pareja de Chicago amigos de la Marqui. Margareth fue nuestro guía espiritual esa noche. Nos llevó a un bar del west village donde tomamos unas cervezas y unas hamburguesas buenísimas, a ritmo de rock, y vigilados por un cuadro de la última cena donde las estrellas eran Jim Morrison y Marilyn Monroe. Después de un tequilita, nos cambiamos a un local súper cutre y oscuro, muy pequeño, pero con una carta de vinos de lo más extensa. Hasta albariño tenían. Para acabar la noche, nos fuimos a otro local, donde ya acabamos de morir. Me llamó la atención de este último sitio el tipo de gente que había. Se trataba como de un bar de ligue de esos que salen en las películas. Gente relativamente mayor (por encima de los 34-35 años), súper pijos, y muchos solos. Se sentaban en la barra y allí esperaban a ver que pasaba. También había una zona de cenas, pero no estábamos para esos menesteres. Acabamos algo cansados, pero contentos, como siempre...

Como en el Palau

22 de marzo de 2008:

Anoche estuve en el Madison Square Garden, una vez más, para ver a los Grizzlies de Navarro. Las entradas las pillamos hace unos meses, cuando aún Gasol jugaba en este equipito. La noche la verdad es que prometía bastante poco, por que se trata de dos de los peores equipos de la NBA, así que me fui para allá, con Phil, a ver que pasaba. La verdad es que el partido estuvo bastante bien, muchos puntos y muchas jugadas raras, con un tal Mike Miller en plan all star. Lo mejor de todo, fue la fiesta que había en la grada. La afición de los Knicks tiene fama de sosa y tranquila, pero ayer la gente estaba como loca. Estaba Navarro en pista. Menudo ambientazo había en el estadio. Se podían ver un montón de banderas españolas y catalanas, pancartas de apoyo a Navarro, y no se hablaba otra cosa que español. Yo pude ver desde camisetas del elche hasta un pavo con la montera puesta. Este video es de cuando la gente jaleaba a Navarro. Mi amigo Phil estaba descojonado de la risa, diciendo que esto no lo había visto en el Madison en la vida. Que vaya fiesta. Navarro debía de estar alucinando. Debía de estar pensando "Madre mía, estoy en un país extranjero, en el Madison Square Garden, y debe de haber unos dos mil españoles animándome y coreando mi nombre. Lo flipo". La verdad es que para animar el cotarro, los españoles somos de lo mejor...

Hasta la ola hicieron los americanos, de la euforia que había en el ambiente, aunque a su manera...

Y aquí está el momento estelar del partido, cuando Navarro, después de marcarse un buen partido (unos 20 puntos, varios triples, algún rebote, y sobre todo, una asistencia por la espalda espectacular!!!!) era sustituido a falta de 1 minuto para el final del partido, sentenciado desde hacía un rato. Salió aplaudiendo a la gente, como aquél que se retira del fútbol, y después de saludar a todo el banquillo, llegó Miller, le agarró del brazo, y se lo alzó como al que acaba de ganar un combate de boxeo. La carne de gallina.

Un gran noche española, en definitiva. Además, no descojonamos de la risa con un pavo que nos tocó delante que era un grillado de mucho cuidado. Se tiró todo el partido bebiendo cerveza, y amenazando a las mujeres españolas con hacerles un hijo. En el último cuarto, cuando ya estaba prohibido comprar cerveza en el estadio, se sacó una botella de Jack Danniel´s a lo Xelu, ofreciendo a todos los que nos encontrábamos alrededor. Vaya moña llevaba el menda.

Un poco de ciencia

10 de marzo de 2008:

Después de un día ajetreado con las elecciones y el Chiki Chiki, que anda que no nos gusta hacer el payaso cuando salimos de España, nos fuimos a pasar el día al museo de Historia Natural. La verdad es que es uno de los museos más divertidos en los que he estado. Hay que ver a los niños corriendo entre elefantes disecados, dinosaurios y ballenas. Es como un parque de atracciones pero en plan cultureta. Los críos, y los no tan críos, pueden aprender acerca de un montón de temas, desde geografía e historia hasta astronomía. Y no todo es sencillo. Te contaban mediante paneles y consolas interactivas hasta temas de física cuántica. Todo ello con el apoyo de voluntarios que te explicaban cualquier duda que pudiese surgirte en el momento. Como profesores particulares. El museo era enorme, con cientos de salas y un montón de proyecciones y documentales. Las más celebradas, obviamente, eran las referidas a la evolución de las especies, en donde podías encontrar esqueletos de dinosaurios de gran tamaño. Estaba genial como te iban explicando la teoría de la evolución, mostrando los puntos en común de cada especie y como se iban diferenciando. Aunque uno no crea en la evolución, la disfruta.
Otra parte del museo que estaba increíblemente currada era la dedicada a la astronomía, con un teatro gigante en que pudimos ver un documental tipo planetario dedicado a las colisiones astronómicas, entre planetas y asteroides, y esas cosas. Fue bastante chulo, y además la narración corría a cargo de Robert Redford (está en todas!!!!!!!!). Otra cosa que tenía el museo eran un montón de chorradas para que la gente se entretuviese jugando. Por ejemplo, en la zona del planetario había varias básculas que te indicaban cuanto pesarías en la luna, marte, el sol, etc. En la zona de la tierra, había una baldosa conectada a un sismógrafo de modo que al saltar podías ver el temblor que provocabas. Ni que decir tiene que no sólo los niños jugaban con estos aparatitos. En fin, todo muy entretenido.
Esta es la Margui en la sala de grandes mamíferos africanos (hay otra de mamíferos asiáticos con más elefantes). Otra sala impresionante era la dedicada a la biodiversidad. Como no se andan con tonterías, pues habían recreado un bosque tropical. Y tan tranquilos. Tipo el jardín de Atocha, pero dentro de un museo y algo más pequeño, eso sí. A mi me hicieron mucha gracia estos cuadros, supongo que como al resto de los agrónomos...¡Qué recuerdos!

El museo es enorme. Entramos a las 10 de la mañana, salimos a las 6 de la tarde, y lo tuvimos que ver deprisa y corriendo. Tenemos que volver, ya que aparte de las exposiciones que os he contado hay otras que son temporales y que también tienen buena pinta, como una sobre el papel del agua en el mundo y una exposición de mariposas gigantes vivientes. Creo que en esta te meten en una especie de pajarera y se te van posando las mariposas...Por la comida, no problem. Tienen en la planta baja un restaurante tipo self service tamaño king size con todo tipo de comida, desde las típicas hamburguesas y pizzas, hasta platos elaborados.

Quise hacer muchas más fotos, pero me quedé seco de batería a mitad de visita. Como volveremos más adelante, prometo poner las fotos de la Margui al lado de las ballenas y con las mariposas revolteando a su alrededor.

Showtime!!!!

9 de marzo de 2008:

El viernes pasado acabé por fin con el inglés. Al final la parte oral, que era la que más me preocupaba por aquello de hablarle al ordenador, me salió bastante bien, y el resto, lo esperado, así que supongo que lo habré hecho bien. Para celebrarlo, unos amigos de Marga que andan por aquí de visita, nos llevaron a un partido de baloncesto de los Knicks. Como no, un show más. El rival eran los Detroit Pistons, que este año están bastante bien. El estadio era tremendo. No se cuanta gente puede entrar cuando se llena, pero me pareció exagerado (no se por qué me sigo asombrando...). Al entrar, nos aprovisionamos con los correspondientes perritos calientes, nachos y cervezas, por aquello de integrarnos en el ambiente. El sitio me recordó al estadio del Open USA, con un pasillo exterior lleno de puestos de comida, donde podías conseguir cualquier cosa, desde hamburguesas y pizzas, hasta sushi. Unos pavos que se sentaron al lado nuestro se tiraron todo el partido bebiendo cervezas y pegándole gritos a los jugadores y silbidos a las cheerleaders.

Estos son los amigos de Marga, Jesús y Celia, con la Margui y su hotdog. Y el de la otra foto soy yo con mis 7 kilos de más.




Como todo evento deportivo, la cosa empieza con la interpretación del himno nacional, a capella, y escoltada por tres marines de uniforme ataviados con banderas y fusiles. Lo pongo aquí por que la verdad es que la tipa canta de maravilla. La que chilla totalmente eufórica es la Margui. La verdad es que en estas ocasiones apetece que haya letra en los himnos.
Durante los descansos, y tiempos muertos, la actividad no cesa. Desde los espectáculos de las cheerleaders, a actuaciones de chavales con tambores, juegos con el público que tiene que encestar, y hasta jugar a las tres en raya. La verdad es que no paran ni un segundo. Me encantó la actuación de una orquesta de tambores de un instituto de la ciudad, con un director dando un show tremendo, saltando y corriendo. Luego tres chicos bailaron de una manera increíble. Tengo un vídeo grabado, pero el ruido de fondo lo hace un poco caótico, así que no lo cuelgo. Ya os lo enseñaré en Madrid. Otra cosa con la que el público se volvía loco era con las imágenes del marcador mostrando al público bailando y saludando. Fue muy divertido.

Estas son las animadoras de los Knicks. Son unas bigardas tremendas, y la verdad es que animan bastante. Marga estaba como loca, pidiendo más y más apariciones de las chicas estas. En este espectáculo bailaban la canción que elegía el público, pero en otras salían repartiendo camisetas y dando volteretas.

El partido estuvo bastante entretenido, con alternancias en el marcador y bastante showtime. La gente estaba muy entregada yo me tiré el partido jugando con una niña negrita de unos tres años que no hacía más que gritar "defense!!!!!", mientras la abuela se descojonaba de la risa y el padre me sacaba fotos con ella. Veremos si ahora no me denuncian por hacerle cosquillas en la barriga a la cría...El speaker no paraba de animar durante el juego, y ponía música tecno a todo volumen para enfervorizar a la masa.

La verdad es que nos lo pasamos genial, y ya estoy deseando que llegue el día 21 para volver a ver a los Grizzlies de Navarro.

No me olvido

6 de marzo de 2008:

Llevo bastante sin escribir nada. Entre que estoy estudiando a saco y que apenas salimos, la verdad es que no tengo nada interesante que contar, y lo que puedo contar os va a dar por saco a bastantes de vosotros. Como me eché unas risas, allá va. Esta semana de champions ha estado bastante bien. Phil es un apasionado del fútbol, y como estuvo viviendo en Roma, se hizo fan de don Francesco. El martes estuvimos en su casa viendo al milán y al arsenal en una pantalla tamaño home cinema. Que pasada. Además con el aparatito este que va grabando a la vez que lo ves y que te permite parar el partido, adelantarlo, repetir jugadas, vamos una maravila. Una vez vimos el golazo de Cesc, nos despedimos hasta el día siguiente. Día grande. Y a la americana. Empezamos viendo el partido de la Roma, y la verdad es que fue genial ver el partido con un tiffosi romano. Estaba super nervioso, y gritaba y celebraba los goles como un campeón. Me reí bastante con los comentaristas argentinos (Mario Kempes entre ellos) poniendo a parir al madrid. Entre las pizzas, cervezas, y que el madrid no jugó una mierda, nos pasamos la tarde. Después estuvimos viendo al oporto y al shalke, y a pesar de no prometer nada de nada, resultó ser un partidazo. Lo mejor, la tanda de penaltys, con un portero alemán de 21 añitos que se salió. La verdad es que paró cosas increíbles durante el partido. Como había que hacer tiempo, pues Marga llegaría después con Becky para irse de cena de niñas, nos quedamos viendo un partido de basquet universitario, del equipo de Phil, mientras se nos unía un tercer elemento al grupito, Camilo, otro crack. De cena, comida tailandesa. Demasiado picante para mi gusto, pero bastante rica. Recomendable. Para acabar la noche, y mientras esperábamos a las mujeres, nos quedamos rallados viendo bowling universitario femenino. Esta gente juega un torneo de petanca entre asilos y lo televisan en pay per view. Tremendo el show business. Las jugadoras, eran bastante grandes, bueno, estaban gordas del copón, y cada vez que hacían un strike (Antoineeeeeee), se ponían a bailar en plan raro. Nos reímos bastante, la verdad.

Y ahora estoy a ver si mañana me examino del TOEFL. Se me hace raro eso de hablarle a un ordenador, pero tendré que superarlo para sacar una buena nota. Veremos.

PD: lo que nos ha costado poder votar este año...Qué coñazo de papeleos!!!!!