Viva las Vegas!!

6 de marzo de 2009:

Llevo un par de días en NY, después de un gran viaje en el que en poco menos de 5 días he hecho más de 1000 fotos y vídeos. Así de impresionante ha sido. He estado en tres lugares distintos, Las Vegas, el Gran Canyon y el Death Valley. Tres sitios, tres estados, dos parques naturales y un espejismo. Hoy empiezo con Las Vegas (Nevada). Hay una frase en los US que dice "What happens in Vegas, stays in Vegas", es decir, lo que pasa en Vegas, se queda en Vegas, o lo que es lo mismo, tiempo muerto en tu vida. Se nota que la gente se lo toma en serio.

Llegamos a las 12 de la mañana, y una hora más tarde ya estábamos en el Strip, o Las Vegas Boulevard, o sea, la avenida con todos los hoteles. Ya desde el aire, antes de aterrizar, se podía ver lo peculiar del lugar, rodeado de desierto, y con edificios mastodónticos concentrados en una zona. Una vez en el suelo, la impresión aumenta. Después de comer en plan rápido en un centro comercial en el que dejamos el coche, nos fuimos a dar un breve paseo pues teníamos que salir hacia el Gran Canyon, a varias horas de viaje. Así que el primer contacto fue una cosa rápida. Suficiente sin embargo para hacernos una pequeña idea del lugar en el que nos encontrábamos. Mucha gente por la calle, la mayoría de ella bebiendo tercios de cerveza y haciendo fotos, y mucho turista nacional.

Lo mejor de todo son los casinos, caracterizados con motivos diversos. Podíamos ver desde una réplica de Nueva York, con su Empire State, Brooklyn Bridge o Liberty Statue, hasta una réplica de Paris (con su torre Eiffel, Arco del Triunfo) o de Venecia (gondoleros de por medio delante de la plaza de San Marcos). Una cosa impresionante de ver. Triste, por que seguramente la mayoría de la gente no iría a esas ciudades, pero impresionante por lo grande de las réplicas y lo cuidados que están los jardines y fachadas.










Ya de camino llama la atención la cantidad de anuncios eróticos que te encuentras, desde los paneles gigantes hasta los fliers que te dan por la calle con agencias de prostitutas por 4 duros. Y te los dan por la calle como el que te da un papel para ir a comer a un bar de tapas del centro. Y en cada esquina, en vez de puestos de periódicos gratuitos tipo Metro o 20 minutos, panfletos con putas de todo tipo, asiáticas, negras, rubias, tetonas, maduras, colegialas, etc. Impunidad absoluta...

Después de volver del Gran Canyon pasamos una noche de transición en el hotel Hilton, antes de partir hacia el Death Valley. El hotel era enorme, con el lobby lleno de mesas de juego, máquinas tragaperras y viejecitas ludópatas dejándose la pensión. Y las camareras, todas operadas y con unos escotes hasta el ombligo, a pesar de que alguna ya no cumpliese los 50, sirviendo copas sin parar. Al salir del hotel cogimos un monorail que nos llevó al inicio del Strip, y desde allí anduvimos hacia el hotel que se encontraba al final del Boulevard. Pasamos por el interior del MGM, y no exagero si digo que tardamos unos 20 minutos en cruzarlo y salir a la calle. Pasamos por multitud de tiendas, restaurantes, bares, clubs, salones de juego con las mesas a rebosar, y hasta un león en una jaula de cristal. Los juegos más populares eran el blackjack, la ruleta y el póker. Impresionante ver las mesas llenas de gente jugándose las perras al póker, y lista de espera para poder entrar en una de las partidas. Me encantó la zona de apuestas deportivas, tipo salón con una capacidad para unas 500 personas, sentadas en sofás y cientos de pantallas con todos los resultados deportivos del país, y con imágenes de partidos en directo. Lleno, claro.

Al salir empezamos a ver los casinos durante la noche. Desde el Luxor en plan pirámide egipcia con esfinges y templos incluidos, hasta el ya mencionado New York New York, con montaña rusa cruzando los edificios, o el Camelot, que era como un castillo medieval. A mi me parecían como castillos hechos con fichas de Lego, por lo artificial y lo infantil. Eso sí, a lo bestia. Cenamos en una cafetería Harley Davidson, rodeados de cerdos de Milwakee famosos y de lo más llamativos, y seguimos camino hacia el hotel.






Durante el paseo nos encontramos con el show de las fuentes del Bellagio, una pasada que no por conocida no deja de ser llamativa y sorprendente.

Más adelante nos topamos con el show del Mirage, una erupción volcánica en toda regla. Me encantó la ambientación. Las llamas eran reales, y podías sentir el calorcito cuando estallaban.

A eso de las 11 de la noche, mis tíos se agotaron y decidieron ir a dormir. Yo me quedé un rato más en esta ciudad de perdición absoluta, rodeado de strippers, ludópatas y borrachos. Cogí un autobús que me llevó a Freemont Street, punto de origen del Las Vegas actual, y en donde se encuentra una atracción espectacular. Se trata de la Freemont Street experience. Unos 200 metros de calle cubiertos con pantallas de plasma en las que se proyectan bailes de señoritas ligeras de ropa y con poses insinuantes. Como además este fin de semana había carreras de la Nascar, la ciudad estaba llena de seguidores, todos con sus chupas de cuero y hasta las cejas de cervezas. O sea que el show era tremebundo...



Por supuesto no faltaron las visitas a las capillas de bodas rápidas y desesperadas/alcohólicas, o el momento de juego con las fichas que nos regalaron en el hotel. Nos las jugamos a la ruleta y debo decir que nunca he perdido 25 dólares en tan poco tiempo. Había que hacerlo...

En resumen, una ciudad de lo más divertida y espectacular, donde todo el mundo va a divertirse y desfasarse. Es una horterada arquitectónica de gran calibre, pero hay que verlo. Por mucho que se sepa lo que es, por muchas veces que se ha visto en la pequeña y gran pantalla, hasta que no te ves en medio del lío, no lo aprecias realmente. Recomendable 100%, aunque sea sólo para un par de noches...

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