Y lo que queda

15 de julio de 2008:

Esta semana va a estar cargadita, al igual que el resto del mes de julio, y me temo que también del mes de agosto. He estado viendo el calendario de taller que tenemos (si, con las chicas y todo), y tenemos poco espacio para apuntar nuevos acontecimientos. Entre los conciertos gratuitos de jazz, blues y clásica, los cines de verano, y no tan verano que en el MOMA hace un frío que pela, y algún viajecito que nos hemos medio organizado al estado de Massachussets, invitados por unos amigos, no se cuando vamos a poder hacer algo productivo como escribir en este blog.
El sábado, estuvimos viendo la película "Taxi driver", en el MOMA. Era la típica película que había empezado a ver varias veces, pero por una cosa u otra nunca terminé. Al menos, me pilló casi de nuevas, pues no me acordaba de gran cosa. Lo más alucinante, la imagen del NY decadente, sucio, peligroso y violento que reflejaba. Prostitutas, yonkies, chulos, matones, enfermos mentales, y políticos forman el paisaje y la fotografía de este NY que desde luego no hemos conocido. La escena mítica, en versión para niños (es igual, que no???). El domingo lo dedicamos a limpiar la casa, que falta le hacía, y por la tarde a pasear por el Battery Park que contaba hace unos pocos días, y que Marga desconocía.


Como anécdota, contar que al volver hacia casa nos encontramos con este animalito colgado de una rama, en pleno parque. A ver los ornitólogos, que opinen, por que a nosotros se nos parecía a un buitre... Se que estamos en NY, pero yo ya no me fío de esta ciudad, ni de lo que tiene ni de lo que deja de tener.

El lunes estuvimos en Bryant Park, viendo una película al aire libre llamada "Fail-safe". Por fin no llovió un lunes por la tarde y pudimos disfrutar de una velada agradable y glotona. La excusa de salir de casa, para ponerte ciego de comida basura (en nuestro caso, unos paninis de los que aún nos quedan en la nevera). La película fue fantástica, cine que contaba una historia de la guerra fría y cuyo final me dejó totalmente loco. Anticonvencional, es lo menos que se le puede decir a esta historia. A verla, que merece la pena. Además nos echamos unas risas, no sólo con los cartoons del principio (lo que le gusta a esta gente los dibujos animados), sino con los personajes que nos rodeaban.

Delante, una señorita se empeñó en mostrarnos durante unos buenos 20 minutos la ropa interior, como consecuencia de una falda imprevisible y que ni Marga comprendía. No estaba buena, lo se, pero lo pedía a gritos...Lo mejor, los amigos que ni la avisaban ni nada, menudos cabrones!!!!

Por los lados un grupo de gays locas que se pasaron la película hablando, bebiendo y chistando a la gente. Estaban los tíos hasta vueltos a la pantalla, la película les interesaba cero, y se dedicaron a echarse unas risas aderezadas con espumoso. A otro lado, una pareja de jovencitos, de unos 20 años, cuya proeza fue después de comerse un bocadillo del subway, meterse una botella de champán entre los dos. Y en vaso de plástico...Por un momento el drama sobrevoló la ciudad al intentar el pipiolo abrir la susodicha botella con los dientes, plenamente inconsciente del efecto presión y burbujas. Cuando ya pensábamos todos, nosotros, los gays, la de las bragas, la propia pipiola, que en un momento estaríamos llamando a un dentista para sacarle los dientes del cuello al pobeshito, el menda tuvo un ataque de lucidez y decidió terminar como los hombres, botella sujeta entre las piernas y ostión al tapón. Que saltó, como no, pero entre las piernas de la de las bragas que aprovechó para recatarse un poco. Fin de show número 1. O bueno, no, por que del cuzo que se pillaron se dedicaron a darse el palo hasta que se tuvieron que ir, el pibe a lo John Wayne, y la niña, bueno, digamos que algo sofocada.
Otra se tumbó nada más llegar, cenó, se arropó con la manta que llevaba, y se tiró a dormir. Cuando nos levantamos al acabar la película, allí seguía roncando a pierna suelta. Otra pobeshita.

Al comenzar la película se sentaron detrás nuestra un grupo de ¿rusos? con tres tías y un valiente, y que se supongo se dedicaron a fumar porros sin parar. Y digo que supongo por que aunque no olía a nada, se tiraron la película descojonándose de la risa, en plan bobo, y eso que la película era un dramón en toda regla. Tengo grabada en la frente la risa de una de las rusas, la mayor de todas, de unos 40 añazos, y que se reía de todo sin parar. En plan porreta total. Le duró la euforia dos horitas. Supongo que luego iría al hotel a morirse un rato. O no, quién sabe con las rusas...Enfin, que todo muy entretenido, y además con vistas bonitas. Los edificios de cristal son como espejos...

Y esta tarde a ver a la filarmónica otra vez al parque. Supongo que habrá más gente que la última vez...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jolin como os lo montais...

Mira qu eno haber visto Taxi Driver nunca (are you talking with me?) je je

Me alegro que esteis bien, por aquí todo igual, en una semana me piro de vacas

Besos a Marga