Cape Cod (2)

20 de agosto de 2008:

Nada más levantarnos, lo primero que vimos al abrir los ojos era esto:

Con el estómago aún lleno por la cantidad de pizza ingerida la noche anterior, nos levantamos dispuestos a desayunar como fieras. Me encanta como se come en este país... Marga se levantó con el pie fastidiado, por lo que apenas podía andar. Andy estuvo revolviendo en el garaje, donde guardaba todos los trastos y recuerdos (como en las películas) y encontró una muleta de madera que desde entonces se convertiría en compañera inseparable de Marga. Al no poder moverse, decidió quedarse en casita todo el día, leyendo a la sombra y en una tumbona, al lado del mar.

Mientras tanto, yo me fui con Inma y Andy a una playa cercana, cuya característica más especial era un puente de madera que se adentraba en una marisma junto al mar, y en donde se refugiaban aves de todo tipo, aparte de insectos más o menos molestos. He de decir que conmigo se cebaron, los muy cabrones... El sitio era espectacular, ya que además enfrente veíamos otras playas, y casas junto al mar. No me bañé, pues el agua estaba helada y no hacía mucho calor. Eso para mañana.



A mi me pareció totalmente increíble la tranquilidad que se respiraba en la zona. Rodeados de naturaleza, con la gente yendo y viniendo en lanchas, los niños pescando cangrejos con muslos de pollo...Pero lo que más me gustaba era esa sensación de lejanía con el mundo urbanizado, pues no se veía ningún edificio, comercio, nada que desentonase con el paisaje. Luego está la relación de los americanos con sus perros, a los que tratan como si fuesen hijos. La verdad es que el chaleco le queda bien...

A las 11:30 nos fuimos a comer, sí, a las 11:30. Ensaladas, restos de pizzas, que algo quedó, claro, y mucha fruta, para después pasar el resto de la tarde tranquilamente en casita jugando a las cartas (un juego llamado manipulation, bastante curioso) junto a la madre de Andy, regado con un buen te con pastas. La vida es muy tranquila en esta parte del país. Y si encima Marga no puede dar un paso, pues más todavía. Al menos estuvimos viendo el partido de los Red Sox en la tele (toda la familia era gran aficionada, al igual que el resto del estado de Massachussets).


Enfin, un día de lo más relajante y tranquilo, a la espera de la gran excursión del día siguiente.
Para acabar, creo que en el anterior post comentaba que esta zona era la cuna de la nación americana. Fue donde los primeros peregrinos desembarcaron y donde se iniciaron los movimientos revolucionarios. Por eso no es de extrañar que sea una zona con una gran cantidad de motivos patrióticos, desde banderas izadas hasta estrellas de tipo militar, pasando por elementos decorativos con los colores de la bandera. Todas o casi todas las casas tenían una bandera, algunas de ellas más de una, y según me contaban después del 11S fue mucho más espectacular. Para que hablar de los comercios. Aquí el que menos tiene una bandera izada en un pendón, cuanto más alto, mejor. Para ver el sentimiento de cuna de la nación que existe en este estado, basta con ver el nombre de alguno de los equipos deportivos: el equipo de futbol americano es "New England Patriots", y el de soccer es "New England Revolution". Muy americano todo.

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