March madness

24 de marzo de 2008:

El mes de marzo es un auténtico festival del baloncesto en este país. Después de todo un año de ligas universitarias, llega la hora de la verdad para los mejores 64 equipos. Y el país, se vuelve loco. La afición por el básquet universitario es increíble, ya que la gente se siente mucho más identificada con el equipo de su universidad que con el de su ciudad. Durante 4 fines de semana, se produce un carrusel de partidos en el que apenas hay tiempo de respirar. El jueves pasado empezó el jaleo, con nada más, y nada menos, que 16 partidos durante el día. Y el viernes, otros 16 para acabar la primera ronda. Todos por la televisión, en directo. A veces, iban cambiando de partido según el marcador era más o menos ajustado. La gente se pillaba días libres en el curro para poder ver todos los partidos. Era un ambiente tipo superbowl pero a lo largo de todo el día. Yo el jueves apenas pude ver los partidos de la noche, pero el viernes fue diferente. Me fui a casa de Phil y Becky, que habían organizado una sesión de cervezas y baloncesto con sus amigos. Y fue genial. Como yo de esto no tengo ni idea, me iban aleccionando sobre los equipos a animar, bien por razones lucrativas (había apuestas de por medio), o por razones sentimentales (ex-universidades o rivales irreconciliables). Cada uno tenía su "bracket" preparado. El bracket es el cuadro de partidos, como los cuadros de los torneos de tenis, pero en plan básquet. Cada uno con su apuesta de quien iba a ganar, y quien estaba acertando el mayor número de partidos. Con los consiguientes piques, claro. El caso es que la tarde estuvo genial, muy divertida, y con muuuuchas cervezas. Además, fuimos al partido de los Knicks, con Navarro en plan crack (hay que ver que ilusión hace que te vean y te comenten en el youtube). Por la noche, al volver del Madison, nos volvimos a casa, donde seguía llegando gente para ver el baloncesto, tomar un par más, y salir por el east village a un bar donde ya por fin terminamos de ver los partidos que se jugaban en la costa oeste. La diferencia horaria de 3 horas, es lo que tiene. Además, a esta última excursión se nos juntó la Ness, una amiga de Marga de Barcelona, recién llegada.

El sábado, nos dedicamos a superar la resaca del día anterior, a ver por encima los partidos de la segunda ronda del torneo universitario, y a salir con Margareth, Loren y Sandra. Margareth es la chica que nos invitó a pasar las navidades en su casa, y donde montamos el show más lamentable del mundo. Sandra y Loren son una pareja de Chicago amigos de la Marqui. Margareth fue nuestro guía espiritual esa noche. Nos llevó a un bar del west village donde tomamos unas cervezas y unas hamburguesas buenísimas, a ritmo de rock, y vigilados por un cuadro de la última cena donde las estrellas eran Jim Morrison y Marilyn Monroe. Después de un tequilita, nos cambiamos a un local súper cutre y oscuro, muy pequeño, pero con una carta de vinos de lo más extensa. Hasta albariño tenían. Para acabar la noche, nos fuimos a otro local, donde ya acabamos de morir. Me llamó la atención de este último sitio el tipo de gente que había. Se trataba como de un bar de ligue de esos que salen en las películas. Gente relativamente mayor (por encima de los 34-35 años), súper pijos, y muchos solos. Se sentaban en la barra y allí esperaban a ver que pasaba. También había una zona de cenas, pero no estábamos para esos menesteres. Acabamos algo cansados, pero contentos, como siempre...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Josera,

Empieza ya a plantearte un cambio drástico de vida, el deambular de bar en bar ya no esta hecho para ti... busca algún hueco en Wall Street y dalo todo, y ya de paso trae un par o más de millones para los amigos ;)

Bueno, que a ver cuando te vienes para Spain , Europe como dices ya, y nos tomamos un jamoncito o un gazpacho que seguro que los echas de menos.

Ale a cuidarse, y cuidado que creo que te estas haciendo yankee