Finde de fiesta

31 de marzo de 2008:

Este fin de semana ha sido especialmente intenso en cuanto a lo de salir de fiesta. El viernes, salió solo la mitad del equipo, mientras que el sábado ya estuvimos todos al completo. Yo, desde luego, no me perdí ni una, no. El viernes, después de tomarnos unas cervezas en un pub de Wall Street, lleno de ejecutivos viendo el baloncesto universitario en pantallas tan grandes como nuestra casa, Ness y yo decidimos prolongar la noche, para lo cual acudimos a la revista de referencia neoyorquina, el Time Out. Marga y Loles habían estado toda la tarde de compras, mientras Ness y yo dábamos cuenta de unas cervecitas, por lo que no se encontraban en condiciones de acompañarnos. La revista en cuestión nos recomendaba una fiesta tecno, baratita, y con buena pinta. Después de tirar de palm, nos fuimos a la dirección indicada. Al llegar, pudimos ver que lo único animado que había por la zona era una tienda de DVD´s porno, además de un par de "clubs de caballeros", que así los llaman aquí. Al preguntar a la primera persona normal que nos encontramos, nos dijo que esa dirección no era de Manhattan, sino de Brooklyn. Gran cagada, pues aquí las distancias son como enormes. Sin embargo, gracias a la euforia provocada por los yuppies borrachos, nos pillamos un taxi, y sin tener ni puta idea de adonde íbamos, nos dirigimos a Brooklyn. Al llegar, me vi en una zona en la que curiosamente ya había estado previamente, en una fiesta anterior y que probablemente ya contase en algún post anterior. De cuando estuvo por aquí el Rubens y sus amigos de Hortaleza. La situación se enderezaba, pues. Nos fuimos directamente al garito de la fiesta, y allí pudimos ver que garajes y antros donde montar saraos es precisamente lo que les sobra a esta gente. He de decir que probablemente haya estado en un par de sitios más cutres y raros que este, el galapagos art space, al menos la parte donde se desarrollaba la fiesta house, llamada "The Bunker". Para empezar, el cartel de la puerta estaba como medio apagado, el negro de la puerta muy colgado, como el resto de la gente dentro, y las copas eran de lo peor. Nos metimos dentro del sitio, y al ver que la música era súper machacona y que no había nada de ambiente, nos montamos un plan B temporal. La calle estaba llena de bares, a ambos lados de la calzada, por lo que decidimos montarnos un Paris-Dakar a lo Brooklyn. Al menos, nos ayudaría a ambientarnos en la fiesta de después...Estuvimos un par de horas fuera, tomándonos una copilla en varios sitios, y echando fotos.

Al cabo del rato, a eso de las dos y media, la fiesta empezaba a las once de la noche, nos volvimos al antro. Ya había más ambiente. La gente era como muy rara, típicos colgados del rollo "soy súper cool". Y yo con camisita. Menos mal que llevaba unos días sin afeitar, y podía dar un poco el pego. La música era bastante dura, pero se podía estar a gusto. Las copas previas, desde luego que ayudaron. Al final, nos crecimos y acabamos con la euforia y dándolo todo. Fue divertido por que a la Ness le entraron los tíos más raros del lugar, y a mi me preguntaron un par de veces donde conseguir pastillas. Enfin. Un inciso. Suponed la dificultad de entablar una conversación en inglés en aquél ambiente. Lo conseguí merced a mi 110 (sobre 120) en el examen del TOEFL. Y eso que creo que se equivocaron en mi nota de writting, por que perdí casi todos los puntos allí. Les joderá tener que poner notas por encima de 115. Vuelvo a la historia principal. Lo peor fue que a las 4 de la mañana nos echaron. Estuvimos alucinando por que no nos podíamos creer que nos echaran de un sitio como aquél. Entre que era tremendamente cutre, que estaba aislado de toda zona habitable, y los locos que por allí pululaban, fue duro tener que volver a casa. Sobre todo por que teníamos una horita larga, muy larga, de metro para llegar. De todos modos, antes de que acabase la sesión una tipa se paseó por el local haciendo fotos a la gente. Según he visto en la web, las van colgando, así que igual aparecemos. Ya ire mirando, y si acaso, os las enseño.



Al día siguiente nos volvimos a separar en grupos. Loles fue a ver a un chico que no conocía por si le gustaba. Marga se quedó sobando en casa, que para eso curra como una loca entre semana. Y Ness y yo nos fuimos a comprar un portátil y a que nos cambiasen un Ipod. La mañana fue divertida. En la tienda apple, si no había dos millones de españoles comprando de todo, no había ni uno. Y eso que hay crisis. Además de toda clase social, desde las pijas madrileñas de la moraleja, perlas incluidas, a la típica familia gallega que hablaba cero coma cero de inglés intentando pagar con una tarjeta caducada. Por cierto, que me hizo gracia que para que te atendiesen por lo del Ipod había que concertar una cita in situ vía e-mail. A mi me recordó a cuando en la pescadería cogemos número de la máquina esa roja y esperamos turno. Pero en plan apple store. Y sí, me cambiaron el Ipod gratis. A la salida, nos fuimos a la tienda de la NBA, a comprar una camiseta de Gasol. Allí, nos encontramos con más españoles, todos comprando la camiseta de Gasol. Se notaba que sólo la compraban los españoles por que sólo quedaban de las tallas XL, que a mi me llega por los tobillos. Al ir a pagar, nos juntamos 3 grupos de españoles con la misma camiseta. La cajera estaba alucinando. A la salida, nos preguntaron que donde estaba la tienda apple, por lo que el ataque de risa no lo pudimos evitar.

Por la noche, ya al completo, nos fuimos a un concierto de jazz a una sala muy curiosa. Era como un salón de una casa. De hecho era una casa con sillas de plástico en el salón, y una cocina y baños típicos de los edificios llamados "brownstone". Con dibujitos de jazz colgados en las paredes. La sesión fue muy dura. Tres tipos llegaron allí, con clarinete/saxofón, batería y bajo, y durante una hora se dedicaron a improvisar pero haciendo mucho ruido. A mi me recordaba a los conciertos heavies a los que iba de joven, en los que apenas podías distinguir la melodía del ruido que hacían los músicos. Y eso que no cantaba nadie.

Al salir, nos metimos en el típico bar americano universitario, lleno de gente, con su billar, sus pantallas de plasma con deportes (me tuve que tragar el resumen del partido del atleti...) y su equipo de lucha libre masculina. Esto lo digo por que había como 20 tíos con unos hombros más grandes que mi cabeza. Esta foto la he hecho por que no se si iba en plan irónico o serio. La verdad es que con los americanos, uno nunca sabe.

Luego nos metimos en un bar más divertido, en el que a mi me dejaron entrar gracias a que iba con tres mujeres. El sitio era el paraíso de los hombres. El ratio de rubias era de cuatro a una, y debía de haber diez mujeres por cada tío. Y todas bailando como locas y bebiendo. Eso sí, la música esta rara que hay aquí, que es una mezcla de hip hop y rap, y que a mi me suena toda igual. De todos modos, me gustó el lugar.

Después de un rato, nos metimos en el bar de enfrente, que era el lugar en el que se metían los tíos cuando no les dejaban entrar en el garito de antes. Allí fue donde acabamos la noche, con Loles y Ness ligando con todos, y Marga y yo muertos de la risa.

Al final, hasta se marcaron el chikichiki...

El brikidance.....................El cruzaito..................................El robocop................
Estamos muy mal los españoles.
Y aquí estamos con unos amigos, Margareth, Sandra y Loren.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué hacha.
110 sobre 120.
Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Que furte JR, lo pasas mal me han dicho...

oye por ciero, el de la oto eres tu? lo digo porque debes pesr como yo más o menso ;-)

un abrazo

Norueego dijo...

Sí, el de la foto soy yo, que desde que llegué aquí he engordado unos 10 kilitos, y subiendo...