Go red sox!!!!!!!!!!!

28 de octubre de 2007:

Buenas noches a tod@s mis muchachos, veo que la despedida de soltero de Poncho tuvo todo aquello que hace bueno un guión: actores implicados. Me ha encantado la combinación de historia, alcohol, sexo, violencia (una vez más, Xelu, eres el prota absoluto), policías corruptos que incautan la ilusión del novio, un cierto marginalismo, e hinduismo (por Dios, Xelu, el faquir)...Me siento orgulloso de todos vosotros, habéis vuelto a demostrar lo que valéis en las condiciones más adversas, y os habéis sobrepuesto a la perdida irreparable e irresponsable de uno de los más grandes, me refiero, obviamente, a Antoine el pobeshito. Cuanto tienes que compensar a la maromada por este desplante...Tuso es como un reloj suizo, nunca falla, y Ernesto se adapta cual camaleón al ambiente que me supongo ha sido bastante alcarreño. Una vez más, felicidades.
Dicho esto, he de decir que me he pasado toda la semana en la hermosa ciudad de Boston, Massachussets, cuna de la independencia americana, y hogar de los red sox, equipo de beisbol que visto el sentimiento que congrega en torno a la gente de la ciudad, reconozco ha conquistado una pequeña parte de mi admiración. Ahora mismo se están jugando las World Series (las llaman así, aunque solo jueguen equipos americanos), entre los red soxs y los rokies de colorado. Esta semana se han jugado los dos primeros partidos en Fenway Park, hogar de los sox, y al parecer el estadio más mítico del pais, por ser el más antiguo y pequeño, pero a la vez más auténtico. Como os iba diciendo, me río yo de la afición al fútbol en España. Imaginaros cuando el Madrid (sic) jugó la última final de champions. Recordad el ambiente en la tele, prensa, gente en la calle. Ahora imaginaros a la gente por la calle, casi todos con algo del equipo, gorra, camiseta, camisas, cazadoras, calcetines, a CASI TODOS, súper entregados con el equipo. Ha sido un show. Hasta vi a un pavo, cajero en un banco, que estaba atendiendo a una chica con la gorra de los sox puesta. Lo normal. El beisbol aquí si es una religión. Las iglesias con las banderas puestas, las habitaciones de los edificios de la city con las palabras go sox... La verdad es que le he pillado el tranquillo, y empieza a gustarme, aunque mientras el DJ siga haciendo de las suyas, no pienso cambiar de deporte.


El resto de la ciudad, bien, bonita, antigua, de las más antiguas del pais, con mucho turismo local. Tienen un par de parques bonitos, un recorrido por los lugares donde se forjó la rebelión contra la pérfida Albión, y mogollón de tiendas súper pijas de la muerte. Me he tirado una semana de pateo continuo, mientras Marga presenciaba uno de los congresos más impresionantes en los que ha estado, y solo nos veíamos en la cena y para dormir. Dormir, en un hostel primero de mujeres, y luego en uno de seis pavos por habitación. Pasando por una noche en la que nos vimos desahuciados, por que en otro sitio no nos aceptaban al ser Marga del sexo prohibido. Cosas de la religión. Podría contaros los cientos de lugares que he visitado, como la universidad de Harvard, la biblioteca museo de JFK, el bar de CHEERS, museos de todo tipo, y pateos miles, como bien sabe Xelu de su experiencia escandinava. Sin embargo, me voy a quedar con una experiencia súper curiosa, que no fue otra que una misa. Si, si una misa en una iglesia de una congregación de católicos raros que hay por aquí, y cuya peculiaridad es que la hicieron, en vez de con órgano, o coro, con un trío de música jazz compuesto por un saxo, piano y contrabajo. Lo vimos, y dijimos, 'padentro'. Mereció la pena. Fue una misa muy divertida, con la gente cantando y participando como si fuera una mesa redonda. Si en España fueran así, iría más gente. No, no os preocupéis, sigo siendo ateo confeso, aunque reconozco que estas cosas me gustan y me llaman la atención poderosamente. Siguiendo con el jazz, estuvimos en un par de clubes nocturnos, en los que me puse hasta las trancas de una cerveza (Samuel Adams, uno de los 'fundadores de la patria' y símbolo de la ciudad) que no estaba mal. Es la segunda ciudad que veo que tiene una marca de cerveza asociada, después de Carslberg en Copenhaguen.






Por lo demás, pocas historias raras, si exceptuamos al griego que intentó ligar conmigo a la puerta de la iglesia, y que no paró hasta darme su tarjeta personal, y el increíble nivel femenino de la ciudad. Que ciudad (ANTOIIIIINNEEEEEE)!!!!! Tremendas, de todos los colores y formas. Y universitarias...

Quizás voy a destacar la llegada a Boston después de un viaje en autobús en una compañía china que se llamaba Lucky star, 15 dólares el trayecto, y que se pillaba en medio de una calle de Chinatown como quien coje un taxi. Los billetes son como las propagandas que te dan el metro, papel cutre, y los autobuses, enfin... EL caso es que tienen un autobús cada hora, y en el mío íbamos unas 15 personas. Yo estuve preguntándome como coño rentabilizaban estos la inversión, y tuve la respuesta en el viaje de vuelta. Al parar en una estación de servicio algo apartada, puede ver como el conductor, chino él, sacaba una bolsa de basura negra del maletero, y la llevaba a un bosque cercano para volver sin ella. Se admiten apuestas.

El caso es que nada más llegar a Boston, íbamos un poco cansados, y después de un paseo de rigor, nos decidimos a cenar en un sitio que habíamos visto al llegar y que se llamaba 'Fire+ice'. Parecía el típico sitio de hamburguesas y cervezas, pero no. Resultó ser un buffet libre, de a 16 dólares por cabeza, en el que te podías poner hasta el culo. La gracia del local residía en que era eminentemente universitario, críos de 18-22 años, y con música a toda mecha, como en un bar. Las ensaladas, pastas y otras te las servías tú, pero el pescado, carne pollo o todo aquello que se tuviese que cocinar se encargaba a unos cocineros vacilones que estaban en el centro del local, con una plancha gigante. Llegabas allí, les soltabas la carne que tu mismo seleccionabas, y después de decirte mil tonterías te la servían hecha. Ni que decir tiene, que a mi lo que más gracia me hizo fue ver a las universitarias poniendo las tetas en la mesa para que las atendiesen los cocineros, como si fueran copas lo que allí se ofrecía. Después de dos horas de ensimismamiento general, por el ambiente y el cansancio, decidimos que aquella ciudad nos iba a gustar.

Resaltar también el bar del último día, con música rock a todo trapo, y una cerveza cojonuda. Lo dicho, ha sido una semanita intensa de no parar, ver muchas cosas, y beber bastante, aunque algo huérfana en historias graciosas. A ver si esta semana que viene el Rubens, os puedo contar cosas más divertidas.

Aupa atleti!!!!!

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