Balneario de Luquillo

3 de octubre de 2008:
Ya que estábamos cerca de una de las mejores playas de la isla, para allá que nos fuimos. Para llegar, podíamos hacer dos cosas: coger el coche 5 minutos, o andar por la playa delante de casa durante un cuarto de hora. El tiempo nos sobra, así que nos pusimos a andar. Esto es lo que vimos.

Era primeros de octubre. No es verano. Aun así, el clima era perfecto. Calorcito, sol la mayor parte del día, relativamente poca humedad, y un mar totalmente en calma y con el agua tan templada que podías pasar horas dentro de ella, nadando o haciendo el tonto. Tan clara, que podías adentrarte hasta el cuello, y seguías viendo el fondo arenoso y los peces a tu alrededor. La playa a la que llegamos es una de las más famosas de la isla, y lo cierto es que bonita es un rato. Tiene todo tipo de facilidades, y hasta está reconocida como playa azul (yo pensé que sólo pasaba en Europa) en términos de calidad de las aguas y servicios. Al estar en temporada baja, apenas había unas personas en la arena y en el agua, por lo que estuvimos de lo más tranquilos. Así cualquiera se queda horas al sol, o a la sombra de una palmera, con un librito, y escuchando el rumor del mar.












Que mejor manera de tostarse un poquito...

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