Old San Juan

1 de octubre de 2008:

Para empezar el periplo poltoriqueño, nos fuimos el primer día a la capital de la isla, San Juan. Había visto algunas fotos y leído algunas cositas, y la verdad es que prometía. Y no defraudó. Lo primero que vimos nada más aparcar fue un pueblo de casas bajas pintadas de colores llamativos, de estilo colonial, y calles estrechas. Nada que ver con los Estados Unidos, más bien, con España. Más adelante vimos la influencia de nuestro país en este lugar.


Empezamos en la plaza de Cristóbal Colón, rodeada por el teatro, el casino, y casitas pequeñas. La típica placita que podemos encontrar en cualquier pueblo español, con una fuente en el centro y bancos y árboles alrededor. Era el típico sitio en el que la gente se reúne a comer y a departir con los locales. Tanto el casino como el teatro son edificios de estilo colonial, pintados de color azul y rojo, y muy bien cuidados. Además, con el jardín de palmeras a su alrededor, quedan de coña.



En una de las esquinas del parque, se encuentra el fuerte de San Cristóbal, uno de los puntos de defensa de la ciudad. Forma parte de los monumentos nacionales de Estados Unidos (de hecho Puerto Rico es un estado asociado), por lo que está vigilado por Rangers que se encargan además de organizar tours para turistas. La conservación es fantástica, con recreaciones de las habitaciones, polvorines, patios y celdas. Las vistas sobre el Caribe son espectaculares. Un detalle: en lo alto del fuerte, se izan 3 banderas, la de US, la de Puerto Rico, y la antigua bandera militar de España. Y es que la influencia de España en la isla es tremenda. Desde el idioma mayoritario (el español), hasta los nombres de las calles (como las de Madrid) y los nombres de los restaurantes (la española, españolitos, etc.). Además uno de los personajes más importantes es Ponce de León, su fundador y primer gobernador.



Toda la parte antigua de San Juan está rodeada por murallas, a lo Ávila, pero más grande y frente al mar. Una vez más, tremendamente bien conservada. Es cierto que es mucho más reciente que las españolas, pero sufrió ataques con cañones y otra artillería pesada, que supongo dañan más que las flechas y lanzas. Las potencias europeas se quisieron apoderar de la colonia (desde Holanda hasta Inglaterra) y no fue hasta que se metieron los americanos que cayó en manos enemigas. Yo me tiré toda la visita cantando a los Nikis y su "el sol no se ponía en nuestro imperio". Me lo pasé genial.

El otro gran fuerte de la ciudad es el de "el Morro", igualmente espectacular y una de las grandes atracciones turísticas. Este tiene 5 niveles de defensa, y podías ver desde el tejado hasta el punto donde llegaban los barcos. Además vimos a una rubia impresionante haciéndose fotos en plan modelo, que hasta Marga estaba por decirle algo.


Entre medias, íbamos viendo las calles, las casas y las plazas. Un sitio espectacular. Nos recordaba un poco a una mezcla entre Cádiz y alguno de los pueblos castellanos como Almagro.



Como no, hasta los patios interiores estaban puestos en plan bonito y para que los turistas les hagan fotos. Este es de una tienda de discos...

Como ya he dicho antes, uno de los personajes míticos de la isla es Don Juan de Ponce de León. Fue el fundador de San Juan, y el primer gobernador, además de ser el que terminó de explorar la isla (descubierta por Colón). Otra de las zonas impresionantes, es la casa que se hizo al final de su vida. Pintada de blanco, con zona de habitaciones, cuadras y servicio, lo que más me gustó fue el jardín. Las palmeras estaban perfectas e impresionantes, las fuentes con el agua fresca sin parar de correr, y las sendas empedradas le daban una pinta de paraíso terrenal. De verdad que era fabulosa, sin ser demasiado grande.



A continuación nos dirigimos a ver la antigua entrada a la ciudad, la puerta de San Juan. Por aquí entraban antiguamente todos aquellos que llegaban por mar, y que se dirigían directamente a la catedral de San Juan, en la calle que sigue, a agradecer al santo por su buen viaje. Ahora el muelle es bastante ridículo (se ve un poco en la foto, a la derecha), pero obviamente la puerta no tiene el uso de antaño. Aún así, es muy bonita. Y curiosamente, está protegida durante el día por una tipa vestida de ranger, no se si por si acaso a alguien se le ocurre invadir al ciudad, o algo...



La catedral de San Juan es tremenda. No es que sea muy alta, no es que sea muy grande, no es que tenga mucho trabajo de masonería, pero es una pasada. Pintada de blanco, por el calor, supongo, con pocos adornos pero mucha fuerza y presencia. A mi, que estas cosas ni me van ni me vienen, me impresionó. Por cierto, que las iglesias en este país son todas de este estilo. Pintadas de colores claros, edificios sencillos y en medio de placitas.

Para acabar, una muestra de las casas y edificios que se pueden ver mientras se pasea por Old San Juan. Desde edificios de dos o tres plantas, a casas bajas. A mi me recordaban a las casas de pueblo que había antiguamente en la costa, como Torrevieja, con detalles iguales que en la casa de mi bisabuela Dolores (quién le iba a decir a ella que iba a salir en esto del internet!!!!!) como balcones enrejados, o puertas dobles con patios interiores. Hasta la casa en la que nos alojábamos olía igual que la suya.



Y esto de aquí es el ayuntamiento.

Para acabar, un par de fotitos de la vista desde lo alto de la muralla, con un parque debajo, y la isla de Cabras en medio del mar. Con una playa fantástica y una minifortaleza (el Cañuelo) que servía de apoyo al Morro. Para acabar el día, y quitarnos de paso el calor que nos hizo (yo con vaqueros estuve a punto de palmar), nos tiramos en la playa de

La verdad es que pasamos un día increíble en un pueblo del que no me esperaba tanto, la verdad, y que me sorprendió con su belleza y lo bien cuidadas que estaban las casas y los sitios históricos. Creo que no exagero si digo que sólo por ver este lugar merece la pena el viaje a la isla. Como veréis más adelante, existen otras poderosas razones para visitar Puerto Rico. Además está la parte de orgullo patrio. El ver a la gente hablar español como primer idioma, el ver la arquitectura y el diseño de las calles similar a las de España, y las continuas referencias a nuestro país y su importancia en el desarrollo del país, me hizo comprender lo que realmente significó nuestro país a partir del siglo XVI, y la potencia a nivel mundial que era. El hecho de que hasta en lo alto de los fortalezas siga ondeando la bandera militar española, es increíble, en un país asociado a los Estados Unidos. En el colegio nos contaban que España había conquistado América, y que gobernó en gran parte de territorio durante mucho tiempo. Ahora me lo termino de creer y comprendo que eso fue así realmente, y que influyó, para bien o para mal en la forma de vida de esta gente. Visto con perspectiva es impresionante pensar que gente que vive a miles de kilómetros puede tener tantas cosas en común contigo. Pero sobre todo que te respetan como nación.

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